Su Primer Experiencia Zen

Guillermo Laich
20/01/2018 22:17

 

El Zen enseña a aceptar lo irracional, lo inconsciente, la humildad, a respetar y respetarse, a no darse importancia y vivir con naturalidad, y a moverse con firmeza y sin dudas ni miedo sobre esa incierta cuerda floja que cuelga sobre un insondable e incierto abismo existencial.

 

Admítalo ! 

En algún momento de su vida usted ha escuchado a alguien hablar del Zen, o bien ha caído en sus manos algún breve articulo o libro al respecto. Pero por una razón u otra, y debido a las exigencias y la alta velocidad de la vida actual, jamás se atrevió a dejar los libros por lado y adentrarse en la esencia del Zen – en serio, y con alma y vida - durante un periodo de tiempo indeterminado.
 
Ha consultado con su corazón y también con su almohada durante varios años al respecto, y en este preciso momento ha tomado la decisión: no va a dejar pasar ni un solo día mas… 
 
Usted sabe perfectamente, y de antemano, que el Zen es una forma de Budismo meditativo cuya finalidad es guiar al individuo para que eventualmente logre un estado de Satori o de iluminación donde todo se fusiona con todo en un Uno único e indivisible. Tal experiencia tarda tiempo, mucho tiempo, y no llega del día a la mañana.
 
En esencia se caracteriza por una experiencia directa con la autentica naturaleza de la realidad sin distorsionantes e inútiles intermediarios como las abstracciones, palabras, creencias, conceptos, o dualismos. Si bien el termino Zen se puede emplear para definir la experiencia, resulta mucho mas formal, completo, y apropiado, el uso de Zen Budismo.
 
Sabiendo que el proceso requiere tiempo, dedicación, y paciencia, usted decide comenzar sus practicas de Zen bajo la supervisión de un maestro Zen o Roshi. El termino japonés “Rōshi” significa: “Maestro Antiguo” o “Antiguo Maestro,” y corresponde a una titulación honorífica que se confiere a un venerado y altamente cualificado Maestro de Zen Budismo. 
 
Pues bien, usted llega al Dojo donde enseña el Roshi donde es instruido a sentarse y meditar con un grupo de monjes relativamente jóvenes durante una o dos horas cada día. Todo ello en posición de meditación o zazen con las piernas y manos entrecruzadas y su espalda perfectamente perpendicular al suelo. 
 
Día tras día, y durante semanas, usted se sienta en zazen, en perfecto silencio y con los demás monjes. Con el paso del tiempo, y en ciertas ocasiones, es invitado a intercambiar impresiones con su Roshi para que este evalue su progreso, así como si su mente se encuentra encaminada hacia un eventual estado de satori o iluminación.
 
Habiendo pasado dieciocho meses, o sea un año y medio, y después de múltiples intercambios de alumno a Maestro, su Roshi es incapaz de determinar si usted ha sido capaz de lograr la iluminación o satori ni una sola vez. Por lo tanto usted aun se encuentra en el camino que conduce a la iluminación o satori, pero el tan escurridizo satori aun se le escapa.
 
El Roshi le indica que usted piensa demasiado, que esta muy tenso, que su mente aun esta repleta de conceptos y palabras, y que usted busca la iluminación por el camino de la racionalidad – la cual usted aun no ha sido capaz de transcender para ubicarse en un punto real, vacío, natural, e intuitivo que se encuentra por encima de ella.
 
El Roshi le deja entrever que su mente se encuentra tan repleta de pensamientos, abstracciones, conceptos, silogismos, conjeturas, y especulaciones, que se asemeja a una tasa de te en la cual no cabe ni una gota mas y que, por lo tanto, no admite - bajo ningún concepto - la vacuidad inherente al Zen y, menos aun, la deseada iluminación o satori. En tal caso usted esta tan lleno de un Zen conceptual que paradójicamente ha llegado a una especie de callejón sin salida del cual solo el Roshi es capaz de señalarle la salida.
 
A continuación el Roshi le dice que debe vaciar su cabeza – o su “tasa de te” de todo tipo de pensamiento (abstracciones, conceptos, silogismos, conjeturas, especulaciones, y un largo etcetera …) que se interponga en el logro de un estado mental caracterizado por la nada o bien la vacuidad existencial. A continuación el Roshi le señala que su mente debe estar en un estado absolutamente diáfano, libre, y sin abtraccion alguna que se interponga entre usted y el mundo de la mas natural realidad consensual.
 
Tal estado, diametralmente opuesto a lo que durante toda su vida le vienen enseñando en los colegios, la universidad, y la vida en si, es fundamental y necesaria para adentrarse en el núcleo puro, diáfano, e indefinido del autentico Zen.
 
Usted se rasca la cabeza durante unos segundos y, en silencio, se formula la siguiente pregunta: “como puede ser que toda mi vida he intentado llenar mi cabeza con datos y memorias para ser alguien y tener una profesión, y ahora se me esta pidiendo que la vacíe por completo sin dejar rastro alguno?,” ¿cómo es posible que se me pida tal proceso retrogrado y/o tal absurdidad?, … y es mas … ¿para que?, y ¿por que?” De verdad, ¿a donde conduce todo esto?
 
Usted, si bien se encuentra algo cansado y decepcionado por su aparente fracaso, aun cree firmemente en las indicaciones del Roshi y, a pesar del esfuerzo requerido y las dificultades, continua meditando a las ordenes del Roshi y en la vía que conduce a la iluminación o satori.
 
Pero ahora, y de forma inexplicable, su actitud ha dado un giro importante en una dirección que usted no esperaba. Ahora, sin saber con exactitud si es función de su prolongado esfuerzo, agotamiento mental, o que…, la intensidad y el enfoque de su consciencia al meditar ha sido radicalmente modificada, pasando de ser una consciencia adulterada, llena, racional, y enfocada; a una consciencia pura, vacía, irracional, y difusa. Su avance, en términos de “menos es mas” ha sido masivo y critico, y francamente se dirige hacia una posible iluminación o satori.
 
Continua tres años mas de esta manera cuando, de repente, y en una de las sesiones de meditación en el Dojo, toda su percepción de la realidad sufre una modificación total. Como un relámpago de vacuidad que penetra y atraviesa la totalidad de la mente, y a partir de ese momento, usted es incapaz de discriminar o distinguir su persona física y existencia interna del resto de mundo externo.
 
Ahora todo es su Yo; o bien todo lo demás existe menos su Yo. Usted ahora no esta seguro de nada ni de nadie, y siente en lo mas profundo de su ser que se ha fundido íntimamente y, sin intermediarios abstractos o racionales, con la mas pura y directa naturaleza del mundo real.
 
Usted aparenta estar consciente, pero no es consciente que esta consciente. Usted literalmente ha dejado de pensar y, es mas, no es capaz de pensar en nada. Su mente esta en un punto absoluto y absolutamente neutro donde no existen las categorías, las secciones, las divisiones, o las dualidades. Se encuentra en un estado de confusión e indefensión semejante a un bebe recién nacido donde todo aun es inefable, puro, y directo. 
 
En ese momento le llega la intuición de que la mente de un bebe recién nacido, que no sabe ni pensar o hablar, comprende mucho mejor la vida y esta mucho mas en contacto con la realidad, que la infinitamente adulterada mente de un adulto formalmente educado.
 
Cuando usted eventualmente sale de ese estado de consciencia tan pura como diáfana y difusa, y comparte su experiencia a el Roshi, con toda seguridad este le indicara que su mente ha logrado el estado de iluminación o satori. Bien, después de un largo y sostenido esfuerzo ha llegado a su tan codiciada meta: ¿y ahora que? 
 
Ahora usted ha dejado de ser la persona rígida y limitada que era para convertirse en una edición mucho mas avanzada, ilimitada, y humana de usted mismo. Le parecerá como si el destello de un brillante relámpago ha iluminado un paisaje vivencial que con anterioridad había permanecido en la mas cerrada y tupida oscuridad. 
 
No obstante, y ahora que ha desaparecido la luz del relámpago, el paisaje anterior aun permanece en su recuerdo, siendo perfectamente consciente de lo que se siente al no poder percibir el mundo en categorías como solía hacer. Ahora, todo dualismo tipo Yo y/o Tu, éxito y/o fracaso, mucho y/o poco, bien y/o mal, vida y/o muerte son considerados como constructos mentales irreales que se ubican lejos de las realidades ultimas. 
 
Ahora usted es capaz de desarrollar una vida mucho mas serena y relajada, así como libre de convenciones y presiones de todo tipo. Ahora le es suficiente con vivir cada segundo, de cada minuto, de cada hora, de cada día, sin influencia externa alguna y en sus propios términos y condiciones. Ahora usted es una versión mucho mas simple y humilde de usted mismo, y plenamente capaz de disfrutar plenamente de las pequeñas cosas de la vida sin preocuparse en absoluto por lograr grandes metas o amasar grandes y excesivos capitales económicos.
 
Usted simplemente esta vivo y vive, y es y se encuentra en el mundo real como tal, y en contacto con todo simultáneamente … sin mas.
 
Con el paso del tiempo usted incluso decide retirarse de la meditación para nunca jamás intentar llegar al estado de iluminación o satori, cosa que es perfectamente aceptada en el Zen. En semejanza a un ávido explorador que ha llegado a su destino – o sea, a su verdadera casa u hogar mental/existencial – y quizás utilizando la gracia de un cierto puente o transmisión denominado Meditación-Roshi – usted puede tranquilamente, y metafóricamente hablando, quemar el puente y sencillamente dejarlo atrás. Le puedo asegurar que ya no lo necesitara. 
 
Ahora, después de su experiencia reveladora, usted tiene las cosas mucho mas claras respecto a lo que es el Zen. Sabe que el termino japonés Zen proviene del termino chino “ch´an” que significa meditación, y que dentro del Zen existen dos escuelas fundamentales: 1.- Soto Zen; y 2.- Rinzai Zen. 
 
El Soto Zen se basa en la mas pura y sencilla meditación o zazen, en la cual no se utilizan “koans” o preguntas paradójicas diseñadas para destruir y eliminar los limitantes procesos racionales y conceptuales de la mente. La finalidad de los koans consiste en liberar la mente de las distorsiones y la esclavitud creados por los propios pensamientos. 
 
El Rinzai Zen también se basa en la meditación pero con la simultanea utilización de koans. El principiante medita sobre preguntas aparentemente irracionales y absurdas, dentro de las cuales la mas conocida es: “¿cual es el sonido de una mano aplaudiendo?” La finalidad de tales preguntas es la de hacer estallar y transcender la racionalidad abstracta provocando asi una rápida e inesperada iluminación o satori.
 
Adicionalmente, su tiempo invertido en la meditación Zen lo habrá mejorado como persona en dos vertientes fundamentales: 
 
Primero, mediante la practica del Zen usted sido capaz de alterar sus estados de consciencia de tal manera que ahora su cerebro es capaz de producir ondas o ritmos alfa con mayor facilidad y durante mas tiempo. El ritmo u onda alfa es el ritmo cerebral que se asocia a los estados de máxima relajación y paz espiritual. Técnicamente se trata de oscilaciones electromagnéticas en el rango de frecuencias de 8-13 Hz que surgen de la actividad eléctrica sincrónica y coherente de las células cerebrales de la zona del tálamo. También son llamadas “ondas de Berger,” en memoria del neurólogo alemán Hans Berger (1873 - 1941), padre de la electroencefalografía y el primer investigador que aplicó la electroencefalografía a seres humanos. 
 
Segundo, la practica del Zen le va a enseñar una filosofía de vida basada en la eliminación de todo tipo de sufrimiento innecesario. Aprenderá a desprenderse totalmente de las personas, eventos, o cosas en su vida que le causen estados de infelicidad y sufrimiento. Si bien algunos Roshi´s niegan la existencia de enseñanzas de cualquier tipo en el Zen, mas de un estudio occidental ha detectado una tendencia o flujo filosófico general con tendencia a una vida natural y sin esfuerzos, y aceptando las cosas tal cual se presentan a modo de: “lo que uno resiste, persiste.” 
 
Ahora, después de todo lo anterior, usted no da tanta importancia al teléfono móvil, al iPad, a su ordenador, a las noticias, al reloj, a ir mas de prisa, a las discusiones y los malos entendimientos, a los pensamientos, a ganar mas y mas, y a vivir cada vez menos en el mundo real. Ahora usted se mueve por su propio interior y exterior de una manera mucho mas sosegada y tranquila, habla pausadamente mirando directamente a los ojos, y saborea a fondo cada segundo de vida como si fuera el ultimo.
 
Ahora usted esta "profunda y sencillamente" en el mundo real ... y es mas ... su desarmante sencillez, enamora ...
 

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