Seria mucho mejor si en esta explicación del Zen no existiesen palabras o conceptos algunos y, si me dejara guiar por las enseñanzas de los grandes maestros, simplemente dejaría esta pagina en blanco y me marcharía. No obstante pronunciare algunas palabras al respecto pero, advirtiéndoles de antemano que al intententar explicar el Zen, todos ustedes seran sometidos a una farsa muy seria.
O Zen:
Eres una filosofía humilde, silenciosa, libre, natural, y sin mandatos; posees claridad y penetras a fondo; hay que entenderte desde tu interior y no desde tu exterior; iluminas y liberas a la vez; contactas directamente con la realidad y la conquistas; aceptas tanto lo racional como lo irracional y lo inconsciente; careces de religión o doctrina; no diferencias entre lo divino y lo humano; concentras tu mente en los medios y los procesos en vez de los fines y los resultados; eres puro, intuitivo, directo, e independiente; tu fruto es el equilibrio espiritual llevado a la vida diaria; careces de constructos mentales; conectas y tratas de forma directa con la naturaleza; eres místico y casi utópico; exiges ser vivido, no oído o leído; ocupas el centro de todo y te ubicas mas allá de la mente racional; careces de un marco teórico y eres indefinible; actúas de forma transracional y sin reflexiones intelectuales; te niegas a expresar tu naturaleza en símbolos y palabras; eres espiritualidad por y para la espiritualidad; tienes mente de principiante; unificas dualidades como consciente e inconsciente, explicación y entendimiento, paternalismo y autonomía, inocencia y experiencia; ves y sientes con claridad, y disuelves dudas, inestabilidades, e incertidumbres; eres capaz de jaquear las distorsiones del Yo, y lo transciendes; unificas las dualidades entre sujeto y objeto, observador y observado, razón y fe, perfección e imperfección, tu y yo; allanas la discontinuidad entre el cerebro y la mente; no admites intermediarios abstractos entre tu y la realidad; eres experiencia pragmática directa, no pensada; neutralizas las ambigüedades; te ubicas en un punto natural y neutro, vacío y lleno a la vez; tu consciencia está equilibrada y en paz; todo en ti fluye sin esfuerzo; posees espíritu de universalidad y de ilimitado enlace entre los seres; tu matriz funcional es Mu o la nada: un infinito que llena y envuelve simultáneamente, de ahí se procede y ahí se regresa, un absurdo y una certeza a la vez, inconcebible por la mente racional, y sin embargo, es; y, por cometer la reverenda estupidez de intentar utilizar símbolos lingüísticos abstractos como estos para explicar tu tan pura esencia, inexorablemente me alejo cada vez mas de ti - y nadie, ni siquiera el lector o yo que escribo – entenderán absolutamente nada de lo que diga sobre ti,
... O Zen ...
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