Con frecuencia escuchamos los términos, cerebro de mosquito, enano mental, y efecto Dunning-Kruger. ¿A que se refieren tales términos?, y ¿porque son negativos y/o despectivos?
Introducción
Muchas veces en nuestras vidas hemos escuchado los términos, cerebro de mosquito, enano mental, o Dunning-Kruger. Ahora bien, ¿exactamente a que se refieren tales términos? y ¿porque son de carácter negativos y/o despectivos?
Si bien el título de este articulo puede sonar un poco extraño, en realidad corresponde a una crítica constructiva sobre la carencia de conocimiento y la incultura que reina en la sociedad actual – o sea sobre los cerebros de mosquito y los enanos mentales que se consideran “listos” pero cometen error tras error sin aprender de ellos.
Ante todo, debe quedar claro que la única finalidad de este articulo consiste en motivar a los lectores hacia su propia superación personal, no en acusar o desanimar. Es por eso que este humilde articulo puede considerarse como una divertida llamada de atención sobre este serio y preocupante tema actual que nos incumbe a todos.
Al leer su contenido podrán comparar y contrastar las diferencias fundamentales que existen entre una mente inteligente, coherente, culta, amplia, bien pensante, cívica, y activa; y una mente carente de inteligencia, incoherente, inculta, pequeña, mal pensante, incívica, e hiperactiva.
La primera se caracteriza por su capacidad intelectual, apertura, y creatividad, mientras que la segunda se caracteriza por su incapacidad intelectual, egoísmo, y envidia. Además, y por definición, la ignorancia humana siempre se muestra muy atrevida.
Partiendo de estos dos conceptos básicos el lector tendrá la libertad de elegir libremente hacía que polo del espectro desea dirigirse, así como en qué clase de persona desea ser. Está claro que la persona que deseamos ser la debemos comenzar a forjar ahora, y no mañana. En consecuencia, la decisión de moverse en la dirección adecuada descansa en usted.
El Síndrome
Un síndrome consiste en un conjunto de síntomas que se presentan juntos y son característicos de una enfermedad o de un cuadro patológico determinado provocado, en ocasiones, por la concurrencia de más de una enfermedad. También hace referencia al conjunto de fenómenos que concurren unos con otros y que caracterizan una determinada posición o situación.
El Conocimiento
El término “conocimiento,” que tanto tiene que ver con el nivel cultural y grandeza de una persona, corresponde a la facultad de saber de algo o conocer, y constituye parte de la práctica individual y social del hombre. Suele entenderse como informaciones o hechos adquiridos por un ser vivo a través de la experiencia o la educación, o bien la comprensión teórica o practica de un asunto referente a la realidad.
No obstante, esta praxis necesita de una actividad mental en donde el hombre conoce la naturaleza, y se diferencia de ésta como objeto conocido, pudiendo modificarlo o modificarse.
En realidad, no existe una única definición de la palabra conocimiento. Sin embargo, existen muchas perspectivas desde las que se le puede considerar, siendo su fundamento y función un problema histórico de la reflexión filosófica y científica. La rama de la filosofía que estudia el conocimiento es la “epistemología” o teoría del conocimiento.
La palabra proviene del griego “episteme” (conocimiento) y “logos” (estudio), y estudia las posibles formas de relación que existen entre el sujeto que estudia y el objeto que es estudiado. Se trata por lo tanto del estudio de la función del entendimiento propia de la persona.
Comparación y Contraste Entre Sujeto y Objeto
En el contexto anterior el hombre, como ente social, se considera sujeto para conocer la naturaleza, la cual se conoce como objeto. De esta manera, el conocimiento se presenta como una relación entre estos dos miembros: sujeto y objeto.
Cuando el sujeto obtiene conocimientos sobre el objeto, en el sujeto surge una relación de imagen conceptual o bien un concepto del objeto. Así, el conocimiento se presenta como una transferencia de las propiedades del objeto para el sujeto.
Etimológicamente hablando, las palabras sujeto y objeto proceden del latín “subjectum” y “objectum” respectivamente, donde subjectum significa subyacente u observador, y objetum contrapuesto u observado. Por lo tanto, subjectum es la sustancia primera, lo que es fundamento, y lo que esta debajo.
De ahí que el sujeto como sustancia se convierte en un principio basal desde el cual se podrá explicar el orden de la naturaleza estudiada como objeto. Suele ser empleado para designar al individuo en tanto es a la vez observador de los otros y observado por los otros.
El Sujeto Humano
Un ser humano es considerado un sujeto porque posee una mente capaz de generar un sentido interno de consciencia sobre sí mismo y los demás. Además, y en contraposición, una simple herramienta es considerada un objeto precisamente porque carece de todo lo anterior.
En toda obtención de conocimiento intervienen tres elementos fundamentales: 1.- el propio sujeto o bien el sujeto cognoscente que desea conocer; 2.- el objeto de estudio o bien el objeto del conocimiento; y 3.- el conocimiento progresivo que se deriva de este proceso interactivo.
En los sujetos curiosos con deseos de formarse y cultivarse, el proceso global de pulimiento y obtención de conocimientos no es de carácter estático, sino dinámico, y por lo tanto siempre se encuentra activo, en movimiento, y cambiante.
El Sujeto Humano Cognoscente
El sujeto cognoscente es el sujeto o persona que busca saber o conocer, que entra en contacto con el objeto del conocimiento a través de sus sentidos. Luego sus percepciones son procesadas mentalmente, y al razonarlas forman imágenes que representan abstracciones de la realidad – y posiblemente se conviertan en constructos.
El proceso concluye al conformar y adaptar las propias ideas subjetivas de la persona con la realidad objetiva. De hecho, el proceso mental implicado es de un carácter eminentemente subjetivo ya que varía enormemente según el individuo y no puede verse, sentirse, tocarse, olerse, oírse, ni manipularse objetivamente.
El Conocimiento Empírico y el Conocimiento Científico
Con el propósito de distinguir la orientación de las corrientes actuales referentes a la obtención de conocimiento, podemos afirmar que estas se reducen a dos tipos básicos: 1.- el conocimiento empírico; y 2.- el conocimiento científico.
El Conocimiento Empírico
El conocimiento empírico se obtiene a partir de la experiencia y a través de los sentidos. Permite al hombre interactuar con su ambiente; es generacional, sin un razonamiento elaborado, ni una crítica al procedimiento de obtención ni a las fuentes de información. Los conceptos empíricos son imprecisos e inciertos, se producen por ideas preconcebidas, tienden a aceptar explicaciones metafísicas, y son rígidos y dogmáticos.
Empírico es un adjetivo que señala que algo está basado en la práctica, experiencia y en la observación de los hechos. La palabra empírico viene del griego “empeirikos,” que significa “experimentado." Todo ello implica que cualquier conclusión obtenida empíricamente estará basada en la sólida evidencia obtenida a partir de datos que han sido obtenidos a partir de observaciones o experiencias vivenciales reales.
El Conocimiento Científico
Como es de suponer, el conocimiento empírico sirve de base a la estructuración del conocimiento científico, se convierte en tal al extraerlo de la realidad con métodos y herramientas precisas, y finalmente se integra en un sistema de conceptos, teorías y leyes.
Por todo ello, el conocimiento científico rebasa ampliamente los hechos empíricos, puede generalizarse, puede pronosticarse, resiste la confrontación con la realidad, descarta explicaciones metafísicas, y utiliza fuentes referenciales fiables y validas.
El Conocimiento y la Investigación Científica
El conocimiento científico se obtiene a partir de la investigación científica, que a su vez consiste en recopilar los datos pertinentes, proceder a su análisis, e interpretarlos con el fin de responder a una pregunta o hipótesis determinada. En esencia, la investigación científica consiste en un proceso sistemático diseñado para encontrar la respuesta a un problema.
Todo proceso de investigación científica, para ser reconocido y validado como tal debe presentar una serie de características fundamentales. Debe ser, en todo lo posible: 1.- empírico (basado en observaciones y experiencias reales); 2.- critico (capaz de soportar un serio escrutinio critico); 3.-controlado (capaz de establecer una autentica relación entre las causas y los efectos); 4.- rigoroso (basado en procedimientos apropiados, relevantes, y justificados); 5.- sistemático (basado en procedimientos que siguen una determinada secuencia lógica); y 6.- valido y verificable (las conclusiones obtenidas deben ser correctas y verificables por uno mismo y por los demás).
Cabe aclarar que, a pesar de la aparente rigidez de los seis puntos anteriores, todo conocimiento es objetivo y subjetivo a la vez. Objetivo, porque corresponde a la realidad; subjetivo, porque está impregnado de elementos pensantes implícitos en el acto cognoscitivo individual.
Esto se debe a que el conocimiento vincula procedimientos mentales de carácter subjetivos con actividades prácticas de carácter objetivas. Sin embargo, la ciencia y el pensamiento científico buscan el predominio de lo objetivo sobre lo subjetivo a través de explicaciones congruentes, fiables, y validas.
Las Formas del Conocimiento
En la actualidad se acepta que el conocimiento humano adopta cuatro formas básicas: 1.- la autoridad; 2.- la lógica; 3.- el instinto, 4.- la intuición; y 5.- la ciencia. La primera y segunda derivan de métodos no empíricos, mientras que la tercera, cuarta, y quinta lo hacen a partir de métodos empíricos.
El Conocimiento por Autoridad
El conocimiento por autoridad está basado en el saber de otra persona que generalmente representa una formación superior a la cual se le otorga una credibilidad ciega y a veces irracional. Tal sería el caso de un político inculto mintiendo y distorsionando convenientemente la realidad para el beneficio de su partido, o bien el de un malinformado autor de un determinado articulo también mintiendo o distorsionando la realidad según su conveniencia.
Sea como sea, ambos acaban discutiendo su propia ignorancia, pero como falsamente son considerados autoridades, la mayoría de la gente cree sus aberraciones sin someter las afirmaciones a un criterio serio ni poner en duda sus fuentes referenciales.
El Conocimiento por Lógica
El conocimiento por lógica está basado en razonamientos inductivos o deductivos, donde las premisas conducen a una deducción razonada, y donde esa misma racionalidad corresponde a la visión de que el razonamiento constituye la base para resolver problemas.
El Conocimiento Instintivo
El conocimiento instintivo es un conocimiento que se adquiere sin la necesidad de emplear un análisis o un razonamiento anterior. O sea, que es obra, efecto o resultado del instinto, y no del juicio o de la reflexión. Algunos ejemplos de este tipo de conocimiento: Saber cuándo una persona está feliz.
Por definición, un instinto representa una conducta animal innata, estereotipada y específica que se desencadena ante cierto tipo de estímulos externos o intraorgánicos, y se continúa hasta su consumación, incluso en ausencia de la estimulación que la provocó.
El instinto concierne una conducta innata e inconsciente que se transmite genéticamente entre los seres vivos de la misma especie y que les hace responder de una misma forma ante determinados estímulos, como puede ser el instinto de reproducción.
Por extensión puede ser un impulso natural, interior, y completamente irracional que provoca una acción o un determinado sentimiento y/o acción sin que se tenga conciencia de la razón a la que obedece, como puede ser el instinto criminal.
El Conocimiento Intuitivo
El conocimiento intuitivo está basado en la percepción o el juicio espontaneo sin tomar en cuenta las premisas lógicas indicativas de un proceso mental razonado. De hecho, cuando se aplica la intuición para obtener un determinado conocimiento se llega a la conclusión sin previa comprensión de las premisas inherentes.
El Conocimiento Contraintuitivo y el Sentido Común
El conocimiento contraintuitivo corresponde a un conocimiento opuesto a la intuición donde el sentido del flujo del pensamiento corre en contra del sentido común. El sentido común representa un conocimiento tipo folclórico cuya base descansa sobre la existencia de una inteligencia practica y carente de teoría, y proveniente de un gran grupo de gente a lo largo del tiempo.
La Relación con el Conocimiento Científico
El conocimiento científico, como hemos dicho anteriormente, corresponde a una forma de saber dónde el conocimiento se obtiene mediante observaciones objetivas y aplicando una metodología científica. O sea, aplicando un proceso basado en la búsqueda de causas y efectos formalmente denominado determinismo o causalidad.
Por definición, el conocimiento científico es teórico, empírico, objetivo, auto corregible, progresivo, tentativo, parsimonioso, y presenta una fiabilidad y validez de carácter regular – donde los fenómenos existen siguiendo patrones recurrentes y predecibles, y que a su vez configuran leyes universales.
El Conocimiento Basado en el Determinismo
El conocimiento basado en el determinismo corresponde a un proceso tipo causa y efecto, donde el criterio fundamental para establecer una relación de ese tipo corresponde a la necesidad de eliminar toda explicación alternativa. Esta forma de determinismo corresponde a una doctrina donde todo efecto o evento ocurre debido a una causa anterior que lo precede.
El Cerebro Pequeño y Activo
Finalmente, y muy lamentablemente, la gran mayoría de las personas no han podido, no han sabido, o simplemente no han deseado cultivar sus mentes al punto de poseer elegancia intelectual, estructura y coherencia, o un orden claro y sistemático en su manera de pensar y actuar. Tampoco han dedicado tiempo y esfuerzo para agenciarse conocimientos superiores o para elevar su valor cultural, profesional, y personal. Simplemente no les importa y, en consecuencia, su filosofía de vida se basa en la mala educación, la irrespetuosidad, la mentira, y el engaño sistemático.
De hecho, muchos, por falta de motivación y/o iniciativa propia – o sea por abulia, vagancia, o ignorancia - se han frenado y/o estancado en su proceso de maduración y formación personal al nivel de su adolescencia. En cierta forma, y por cesar de crecer intelectual, emocional, y culturalmente, sus cerebros han permanecido relativamente limitados y pequeños, por decirlo así, pero curiosamente muy inmaduros y activos.
El Efecto Dunning-Kruger
Tales personas, dotadas de “micro-mentes-hiperactivas” se suelen creer sumamente listas en el mejor sentido del efecto Dunning-Kruger y, en consecuencia y de forma constante, cuando hablan o escriben discuten su ignorancia hasta la ultima consecuencia. El efecto Dunning-Kruger corresponde al sesgo metacognitivo por el cual personas con baja habilidad intelectual sobrestiman sus habilidades, subestiman las habilidades de los demás, y son incapaces de darse cuenta que en realidad los tontos e incompetentes son ellos mismos.
Algunos investigadores también incluyen en su definición el efecto diametralmente opuesto para aquellas personas competentes y de alto rendimiento y producción intelectual y cultural que presentan una tendencia a subestimar el valor de sus dotes y habilidades.
Las Consecuencias Actuales
Todo lo anterior es una pena porque el conocimiento y la cultura general que suelen circular en la vida diaria actual tienden a representar - en menor o mayor grado – una desordenada, confusa, caótica, conveniente, y muy poco creíble combinación de las formas de conocimiento menos elegantes y validas que he mencionado en este artículo.
Digo esto porque a cierta edad y, en función de una extensa experiencia internacional, el autor ha visto y tratado con lo mejor y lo peor de ese amplio espectro que define el comportamiento humano.
Adicionemos a todo eso las conjeturas, las especulaciones, las distorsiones cognitivas, la impulsividad descontrolada, la atolondrada e innecesaria prisa, la falta de valores e ideales, y la tendencia hacia una preocupante mediocridad generalizada – tan bien expresada por el medico psiquiatra José Ingenieros en su excelente y transcendental libro, “El Hombre Mediocre” – y, sin duda, nos encontramos en un buen lio. Tal mediocridad y carencia de valores también fue excelentemente bien expresada por el psiquiatra Enrique Rojas en su libro, “El Hombre Light.”
Recomiendo una detenida lectura de ambos libros.
Según Enrique Rojas, “El Hombre Light define un ser hedonista y materialista cuya única meta en la vida consiste en alcanzar el éxito: un ser al que solo le interesa el dinero y el consumo – en definitiva, un hombre infeliz e inseguro, vulnerable e indiferente por saturación, que ha hecho de la permisividad su nuevo código ético y que va desde la tolerancia ilimitada a la revolución sin finalidad.”
Y peor aún, a la mayoría de la gente simplemente no le influye ni le importa en lo más mínimo todo lo que aquí estamos definiendo y discutiendo. Con tal de cobrar su sueldo a fin de mes y tener algo para comer el día siguiente tienen lo suficiente para “seguir tirando,” sin pretender ningun otro tipo de superacion ni enrequecimiento personal.
Como se suele decir en los paises de habla Hispanica, “pasan olímpicamente de todo y de todos,” y ni siquiera desean adquirir el criterio o el juicio de intelección suficiente para destejer la confusión y discernir que es que, cual es cual, quien es quien, que sucede en el la vida geopolítica, hacia donde nos dirigimos como especie que somos, o hasta cuándo va a soportar nuestros abusos medioambientales el pequeño planeta que habitamos.
Algunos de ellos, metafóricamente hablando, e incluso ocupando puestos de elevada responsabilidad a nivel local, estatal, y/o internacional, “no relinchan como un caballo porque no pueden.” Pero ahí están, día tras día, convenientemente colocados, confirmados, apoyados, y mantenidos en sus respectivas poltronas.
Conclusión
Todo lo expresado anteriormente en este articulo inexorablemente nos conduce a una sombría y funesta conclusión. Tal conclusión indica que quizá no existe nada más peligroso, retrogrado, y dañino para la convivencia y la evolución de nuestra especie y sociedad actual que la ignorancia, y la miopía intelectual y cultural. Dos características fielmente representadas por ese abundante, pequeño, deficiente, y superficial prototipo de humano que hemos identificado y definido.
Me refiero al típico enano mental ,corto de mente, y fielmente definido por el efecto Dunning-Kruger en su máxima expresión. Un individuo con un cerebro pequeño y activo firmemente atornillado sobre sus hombros. Una mente de muy corto alcance pero, paradójicamente, dotada de una micro-inteligencia muy activa capaz de incurrir en una infinidad de interpretaciones egocéntricas, pragmatismos dogmáticos, acciones inmaduras, burlas y desprecios hacia la cultura, y dejando por el camino de la historia un interminable regadero de errores tontos e innecesarios.
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