Cuatro conceptos fundamentales a tomar en cuenta a la hora de efectuar una analisis y asumir una decision critica.
1.- Espectros
El término original “spectrum” proviene del Latín y significa “imagen” o “aparición.” Por “aparición” nos referimos a los denominados espectros vivientes, impalpables o incorpores. Estos espectros componen un tipo o forma de fantasma que apareció en muchas obras a principios de la década del 1860.
De acuerdo a esta definición de tipo ilusiva y fantasmagórica, podríamos suponer que un espectro es “un ente” o bien “un algo” que cubre una gama de respuestas que se matizan unas en otras sin la existencia de un límite definido entre ellas.
Por lo tanto, podemos afirmar que un espectro es una secuencia o rango continuo. También es un término muy utilizado para clasificar algo en función de su posición en una escala o rango entre dos puntos extremos.
En las ciencias físicas, un “espectro” se define como la gama completa de longitudes de onda que se obtienen cuando un haz de radiación electromagnética es descompuesto en la serie de sus componentes.
Casi todos conocemos el espectro o banda de colores que se producen al pasar la luz del sol a través de un prisma que, en orden decreciente de su longitud de onda, consta de rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, y violeta. Los colores rojos tienen longitudes de onda máximas y frecuencia mínima, mientras que los colores violetas tienen longitudes de onda mínimas y frecuencia máxima.
Fue Isaac Newton (1642-1727), el primero en observar que cuando la luz solar pasa a través de un prisma los colores que componen la luz se dispersan formando lo que el propio Newton denomino como “espectro.” Un prisma es un elemento que genera la refracción, la descomposición o el reflejo de la luz. Cabe aclarar que tal hecho ocurrió en el año 1672.
En la actualidad no solo la luz visible, sino la banda completa de energía electromagnética es a menudo analizada y estudiada a través de sus efectos térmicos, mediante fotografías y otros medios más sofisticados.
Por ejemplo, vemos un espectro como una banda de colores, como se ve en un arco iris, producida por la separación de los componentes de la luz por un prisma o bien una simple gota de agua según sus diferentes grados de refracción en relación con la longitud de onda.
Como todo el mundo sabe, la luz blanca es el resultado de la suma de los siete colores del arco iris. Pues bien, cuando la luz blanca pasa a través de un prisma, se separa en el espectro de colores del arco iris: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo, violeta.
Cada color representa una diferencia en la longitud de onda de la luz. En tal caso podríamos decir que desde el polo en que se encuentra la luz roja hasta llegar al polo opuesto donde se encuentra la luz violeta, existe un gradiente o bien un espectro. En tal caso estaríamos hablando de dos polaridades separadas por un espectro de colores intermedios.
Todos hemos conocido a personas que, por alguna razón u otra, parecen tener opiniones definitivas y dogmáticas sobre cualquier cosa. Tales personas viven en un mundo de polaridades opuestas donde o bien les gustan las cosas o no les gustan, aman al deporte o lo odian, aman la cultura o la odian, aman a las personas que piensan como ellas u odian a los que piensan de otra manera. La lista de tales polaridades es casi infinita.
Tales personas, además, parecen verlo todo en blanco o negro, sin considerar ningún otro color o estadio intermedio del espectro. Tales individuos se sitúan ciega y exclusivamente en los polos, y en ningún punto más a lo largo del gradiente o espectro que une ambos polos. En esencia, su filosofía de vida consiste en aplicar la ley del “todo o nada.”
Por ejemplo, la inherente rigidez y miopía tanto intelectual como cultural y emocional de estas personas puede causar que estén totalmente en contra de la polución ambiental del planeta o completamente a favor de la misma, y no admitir ninguna opinión más.
O bien, pueden estar en contra del cambio climático o a favor del cambio climático, y no admitir absolutamente nada más. También pueden estar obsesivamente empeñados por pertenecer y defender a muerte la izquierda política o por pertenecer y defender a muerte la derecha política, y nada más, en el característicamente gris, tan disputado, y tan mal interpretado espectro político.
En cualquier tema que tratemos habrá quienes sostienen puntos de vista extremos, o sea en términos polares de blanco o negro. No obstante, y en la gran mayoría de los casos, entre ambos polos, o sea en el medio, puede ser que exista una amplia y completa gama de diferentes tonos de grises. De hecho, puede haber todo un espectro de respuestas intermedias de diferentes tonos de grises que van desde un gris blanquecino a un gris que está muy cerca de ser completamente negro.
La realidad de la vida, en todos sus aspectos y vertientes, suele moverse precisamente a lo ancho y largo de ese espectro compuesto por distintas tonalidades de gris. Raras veces, y con grandes dificultades y consecuencias, la vida se instala con claridad y exactitud en los extremos donde se encuentran los polos opuestos.
La verdad de este interesante asunto es que entre los dos polos extremos siempre se nos presenta y revela todo un espectro de posibilidades, opciones, y alternativas viables que se extiende sutilmente de un polo al otro con el fin de facilitar la adaptación a la vida, así como a las demás personas y situaciones.
El lenguaje abstracto que emplea la mente humana para comunicarse entre los demás en ocasiones tiene serias dificultades a la hora de definir y tratar con el concepto de espectro. Y lo tiene porque se topa con una gama o espectro de posibles respuestas que son muy difíciles de abordar con precisión y de forma eficaz. Veamos un par de ejemplos.
Si acudimos a un sastre y ordenamos una sopa, no podemos ordenar un traje hecho a medias simplemente porque no solemos usar traje. De la misma forma, no podemos ir al cine a ver una película a medias porque nuestro amor por el cine se sitúa en algún punto intermedio del espectro que va del más soberano e insípido aburrimiento a la más extrema obsesión y éxtasis.
Por otra parte, y en otra línea de pensamiento, un espectro de corte político representa un sistema cuyo propósito es caracterizar y clasificar diferentes posiciones políticas y geopolíticas entre sí a lo largo de un espectro. Tales posiciones asientan sobre uno o más ejes geométricos que representan dimensiones políticas independientes.
La ideología política en el mundo actual suele describirse como compuesta por dos polos diametralmente enfrentados y opuestos entre sí. Por un lado, tenemos el polo izquierdo y por otro lado el polo derecho del espectro. Ambos, por definición, se encuentran altamente polarizados.
En términos generales, el liberalismo representa la ideología predominante del polo izquierdo y el conservadurismo representa la ideología predominante del polo derecho. Todos aquellos que albergan creencias políticas situadas entre los polos del liberalismo y el conservadurismo, o bien una mezcla de creencias a lo largo de la zona central del espectro, son considerados moderados.
Pero también existen personas que se sitúan completamente, y de forma totalmente independiente, fuera de tal espectro y sus dos polaridades. Un ciudadano y/o votante independiente, conocido como votante no afiliado, no representa un individuo que se alinea parcial o totalmente con los partidos políticos.
Una persona políticamente independiente es todo lo contrario. De hecho, representa un tipo de votante que, según su filosofía conceptual de la política nacional y/o internacional, no se alinea con ningún partido político, sea este de izquierdas, del centro, o de derechas.
Quizás tal individuo simplemente base su filosofía conceptual en cuatro pilares: 1.- educación, honestidad, y respeto mutuo; 2.- decencia, sentido común, y trabajo; 3.- lealtad y honor constitucional; y 4.- profesionalidad, mérito, y felicidad.
Esto significa que un votante independiente elige no alinearse con ninguno de los dos polos, y de ninguna manera o forma. O sea que no se alinea con nada de lo que representan ambos polos o cualquier ideología política que ocupa una posición rígida y/o dogmática intermedia.
Un votante independiente, por lo tanto, se define como un votante que vota por candidatos libremente y según sus propios criterios individuales. Un votante que normalmente no vota de forma repetitiva y obsesiva, a favor o en contra del mismo partido político, una elección tras la otra.
Ahondando aún más en el concepto de espectro, ciertos filósofos nos comentan que aquellas personas que ocupan diferentes posiciones arbitrarias a lo largo de cualquier forma y tipo de espectro son personas débiles, vacilantes, confundidas, o indecisas. En tal caso, quizás lo mejor sea pensar como si existiera un espectro intermedio de posibilidades, pero comportarse como si no lo hubiera.
También se puede argumentar que un espectro de posibles respuestas realmente cubre una amplia gama de diferentes situaciones, circunstancias, y contextos. Por ejemplo, alguien puede expresar que no está completamente en contra del proceso de globalización total porque considera que podría beneficiar a ciertas personas. Pero otro también podría albergar una respuesta intermedia porque desea mantener las costumbres y los valores históricos y culturales de su país.
Como siempre, y en todas estas condiciones, situaciones, y contextos, quizás lo mejor y más inteligente sea considerar seriamente – y con la mayor madurez posible - los puntos o posiciones intermedias que nos ofrece el espectro que se extiende entre los dos polos opuestos.
De hecho, y como hemos mencionado anteriormente, es justo ahí – en esa zona gris del espectro - donde se sitúan la mayoría de las situaciones y acciones de la vida real … sin que necesariamente sean las más idóneas.
2.- Dimensiones
La geometría es la rama de las matemáticas que se centra en el estudio de las propiedades de las líneas, planos, ángulos, formas, y las distancias y relaciones entre ellos. Ejemplos típicos incluyen el cálculo de los ángulos de un triángulo, la longitud de una curva, o bien la superficie de una esfera.
La geometría comenzó como el arte práctico de medir superficies terrestres y determinar los volúmenes de ciertos contenedores. La palabra "geometría" proviene del griego "ge" que significa "tierra" y "metron" que significa "medida."
El primer uso conocido del término “dimensión” fue en el siglo XIV. A lo largo de nuestra historia, era de gran importante saber cuántas medidas se necesitaban para fijar o determinar de forma cuantitativa un área o un volumen. Este tipo de pensamiento se encuentra plenamente expresado mediante la palabra “dimensión,” que proviene del latín “dimensión:” donde “di” significa “aparte” y “metiori” significa “medir.”
Por lo tanto, por dimensión se entiende cualquier rasgo medible que varía dentro de una población; también puede significar el rango sobre el cual o el grado en que algo se extiende, y finalmente puede referirse a un enfoque dimensional en salud mental en forma de un sistema de clasificación diagnóstica capaz de calificar el grado en que ciertas características se exhiben en un individuo.
Por otro lado, la palabra “trigonometría” representa aquel aspecto de la matemática que estudia y mide los triángulos, las relaciones entre sus ángulos y lados, y sus funciones trigonométricas deseno, coseno, tangente, cotangente, secante, y cosecante.
Volviendo a la geometría, un rectángulo, por ejemplo, puede dividirse en dos medidas: 1.- largo; y 2.- ancho. Las dos medidas multiplicadas nos dan el área del rectángulo. En función de tales medidas, podríamos afirmar que un rectángulo es una figura bidimensional – o sea que consiste de dos dimensiones: 1.- largo; y 2.- ancho.
La figura bidimensional básica es el plano, que puede visualizarse como una lámina continua, sin espesor, extendida en todas direcciones, perfectamente nivelada y lisa. El término "plano" proviene del latín "planus," que significa "plano" o "nivel." Cualquier figura que se pueda dibujar en un plano, por definición, es bidimensional.
No obstante, el verdadero plano matemático no existe en el mundo real porque nada real puede tener un espesor equivalente a cero. Solo puede existir en el mundo real un objeto que tenga tanto espesor como largo y ancho. En tal caso tendría tres dimensiones. Para medir el volumen de un cubo, por ejemplo, habría que medir las tres dimensiones: 1.- largo; 2.- ancho; y 3.- espesor. Por lo tanto, un cubo es una figura tridimensional.
Por todo lo anterior, es obvio que la dimensión de un espacio es el número de coordenadas necesarias para determinar la posición de un punto en el. Una recta es unidimensional, el plano es bidimensional, y el espacio en que vivimos es tridimensional.
Avanzando un paso más, se dice que una figura dibujada en un plano es bidimensional, pero para existir un sólido tal como una esfera o una pirámide precisan de una tercera dimensión, de modo que se le llama tridimensional.
La importancia del concepto de realidad en todo lo que estamos tratando queda demostrada por el hecho de que cualquier objeto tridimensional se denomina sólido, del latín “solidus” que significa “denso.” Un sólido es denso y posee tanto peso como sustancia. Por lo tanto, no representa una mera abstracción.
Entendemos por “abstracción” el acto de separar, por medio de una operación intelectual, las cualidades de un objeto para considerarlas aisladamente o bien para considerar el mismo objeto en su pura esencia o noción. Concierna la habilidad para ir y volver mentalmente entre varios conceptos tanto generales como específicos.
En esencia, el pensamiento abstracto o simbólico se opone al pensamiento concreto o literal, y solo puede ser comprendido por la imaginación y el raciocinio.
Si añadimos una cuarta dimensión a las tres anteriores, volvemos a alejarnos de la realidad consensual. Decimos que nos alejamos porque las matemáticas son capaces de suponer figuras con cualquier número de dimensiones, e incluso a los matemáticos les resulta útil hacerlo.
En las teorías de Albert Einstein (1879-1955), por ejemplo, el tiempo puede considerarse como una cuarta dimensión. Una dimensión adicional que nuestros sentidos no son capaces de experimentar de la misma manera que experimentan las tres dimensiones ordinarias del espacio. Es por eso que, para hablar de un universo que contiene esa cuarta dimensión basada en el paso del tiempo, se suele emplear la expresión "espacio-tiempo."
El espacio-tiempo corresponde al modelo matemático que combina el espacio y el tiempo en un solo objeto continuo de cuatro dimensiones. Vivimos en un espacio de tres dimensiones (ancho, largo, y alto), donde se desarrollan todos los eventos físicos del universo, siendo el tiempo un parámetro independiente que fija los acontecimientos a lo largo de un continuo de orden temporal.
En los estudios sobre la patología de la personalidad humana, los modelos dimensionales de los trastornos de la personalidad (también conocidos como enfoque dimensional de los trastornos de la personalidad, o clasificación dimensional, o evaluación dimensional) conceptualizan los trastornos de la personalidad en términos cualitativos más que en términos cuantitativos.
En el contexto de la psicología de la personalidad, una "dimensión" se refiere a un continuo en el cual un individuo puede tener varios niveles de una característica, en contraste con el enfoque categórico dicotómico en el que un individuo posee o no una determinada característica de forma salomonica.
Esto contrasta con los modelos categóricos tradicionales de clasificación, que se basan en la presencia o ausencia booleana de síntomas y no tienen en cuenta los niveles de expresión de una característica ni la presencia de ninguna dimensión subyacente.
3.- Polarizaciones
Una polarización representa el acto de dividir algo, especialmente algo que contiene personas u opiniones diferentes, en dos grupos completamente opuestos. De esta forma tenemos la polarización de la sociedad entre ricos y pobres, por ejemplo.
En esencia, se trata de una división que crea dos polos opuestos marcadamente distintos, especialmente un estado en el que las opiniones, creencias, o intereses de un grupo o sociedad ya no varían a lo largo de un continuo, sino que se concentran en extremos opuestos.
4.- Continuos
Un continuo es algo que continúa y se extiende en el tiempo, cambiando lentamente con el paso del tiempo, a modo del reiterado e inexorable continuo de las cuatro estaciones del año: primavera, verano, otoño, e invierno. Un continuo dura, obra, se hace, o se extiende en el espacio-tiempo sin interrupción aparente.
Además de significar un todo formado por muchas partes integradas e interactivas, un continuo también puede describir un patrón y/o rango que siempre está presente. El termino también puede referirse a algo que cambia de posición o carácter muy gradualmente, o bien en etapas muy leves sin puntos divisorios claros entre cada etapa o fase.
Palabras Finales
Cada ser humano es quien es, y también cómo es, y debe ser respetado como tal. En el último análisis, nuestras vidas consisten de un determinado y limitado espacio de tiempo dentro del cual nos vemos forzados a asumir criterios, valoraciones, decisiones, comportamientos, y acciones en cada momento del trayecto.
Para ello, y entre otros, los conceptos de espectro, dimensión, polarización, y continuo desempeñan un papel fundamental. Adicionalmente, los conceptos de independencia intelectual e independencia emocional también contribuyen enormemente a vivir una vida digna, honesta, y honorable.
Este humilde y sencillo articulo es solo un pequeño paso en esa direccion ...
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