En la literatura fantástica una alfombra mágica es representada como una legendaria alfombra voladora que puede usarse para transportar personas por los aires. Y lo hace de tal forma que los pasajeros siempre llegaran de forma instantáne o rápida a su elegido destino. Tales alfombras han estado presentes en la literatura antigua desde hace muchos años. 

Aunque han representado un tema principalmente árabe, hindú, o persa la popularidad de la obra literaria de tres tomos que lleva el título: “Las Mil y Una Noches,” atrajo sobre ellas y sus cualidades la atención de gran parte del público occidental. Las mil y una noches  constituye una recopilación medieval de cuentos orientales tradicionales. 

La obra fue tomando forma durante el transcurso de varios siglos con las contribuciones de diferentes escritores y traductores del Oriente Próximo. Pero, y sin duda alguna, las tradiciones literarias de otras culturas con autentico interés por los temas fantásticos también han estado presentes. 

Historias fantásticas como Aladino, Alí Babá y los cuarenta ladrones, o Simbad el marino son las más conocidas de Las mil y una noches. Según los datos históricos consultados, la alfombra mágica de Tangu, también llamada Alfombra del Príncipe Hussein, era una alfombra carente de un valor aparente y procedente de Tangu, Persia. Tal alfombra funcionaba como alfombra mágica, y aparece en algunos cuentos de “Las Mil y Una Noches.” 

Por otro lado, la literatura histórica también nos dice que la alfombra del Rey Salomón (988 a.C. – 928 a.C.) se describe como haber estado hecha de una seda de color verde y, sobre ella, se encontraba el Trono de Salomón cuando realizaba sus viajes por los aires. La historia, además, hace referencia a que tal alfombra fue un regalo de la Reina de Saba, y que era lo suficientemente amplia como para que las personas se ubicasen a la derecha y los espíritus a la izquierda. 

La historia también nos explica que en sus largos y majestuosos vuelos el viento cumplía las órdenes dictadas por el Rey Salomón, hecho que aseguraba que tanto la alfombra como su contenido avanzaran en la dirección deseada por él gran profeta. Además, los relatos indican que la alfombra era protegida de los rayos solares por un tupido dosel de pájaros volantes. Un dosel es una cubierta ornamental de madera o de tela que decora y ennoblece un asiento, una imagen, o una cama … en este caso, la alfombra volante.

En los cuentos populares rusos, Baba Yaga regala a Iván el Tonto una magnifica alfombra voladora. Tal singular regalo actuaba a modo de un GPS actual para al héroe y le ayuda a hallar su camino durante sus diversas aventuras. El conocido pintor ruso Víktor Mijailovich Vasnetsov (1848-1926) se especializo en representar artísticamente temas relacionados con la fantasía y la mitología histórica de rusia. 

Fue el propio Vasnetsov quien en dos ocasiones ilustró una serie de historias fantásticas en las cuales se incluía la presencia de una alfombra mágica voladora. Una de ellas fue realizada en el año 1880, y su contenido se puede apreciar en la bonita imagen que encabeza este artículo.  

Pues bien, la gran mayoría de los seres humanos se consideran poseedores de un pensamiento claro y crítico, pero en realidad tal consideración no hace honor a la verdad y la realidad. No le hace honor por la sencilla razón de que la mayoría de los seres humanos simplemente clasifican y reclasifican, organizan y reorganizan sus prejuicios, instintos, intuiciones, percepciones, invenciones y distorsiones cognitivas, así como sus fantasías, de forma irracional y carente de contacto con la realidad. Una de tales distorsiones se conoce con el nombre de “pensamiento mágico.”

El termino pensamiento mágico representa una forma de pensar y creer característicamente anormal que, si bien se aproxima al nivel de delirio, francamente no llega a tanto. Recordemos que un delirio, técnicamente hablando, consiste en una psicosis o bien alteración psicopatológica grave e incorrecta respecto al contenido del pensamiento.  O sea, una creencia o juicio falso que se caracteriza porque el individuo lo mantiene con una fuerte e irrefutable convicción, y que en ocasiones la existencia de su contenido no es compatible en el mundo real.

En el ejercicio del pensamiento mágico tales creencias consisten en la convicción irracional de que el propio pensamiento posee poderes sobrenaturales con capacidad para influir sobre la creación o el resultado de un derminado hecho en el mundo real. Nos referimos a la convicción de que los pensamientos, palabras, y acciones, pueden de alguna forma o manera influir, producir, o prevenir ciertos resultados en el mundo real. 

Por lo tanto, apuntamos a una forma de pensar característicamente fantasiosa e ilógica, donde el individuo atribuye un exceso de relaciones, interacciones, y conexiones a ciertos sucesos … considerablemente más allá de los que realmente existen. Múltiples y diversos tipos y formas de supersticiones representan claros ejemplos de pensamientos mágicos que, con el paso del tiempo, han sido culturalmente validados. 

Ejemplos individuales de pensamientos mágicos incluyen creer que mediante una donación de sangre a la persona le tocara el primer premio en una lotería de Navidad, o bien que un reciente malentendido matrimonial ha sido la causa de una neumonía bacteriana bilateral.

El pensamiento mágico suele presentarse con frecuencia en los sueños de niños y jóvenes, así como en diversos trastornos psiquiátricos. Tales trastornos incluyen el trastorno obsesivo-compulsivo y la esquizofrenia. 

En fin, este tipo de pensamiento se caracteriza por carecer de una relación racional entre la causa y el efecto, y no necesariamente indica la presencia de una psicopatología subyacente. Por lo tanto, el pensamiento mágico consiste de ideas primitivas e irracionales relacionadas con un resultado o poder irreal (mágico) sobre un evento o idea. 

El pensamiento mágico o conocimiento mágico consiste en una manera de llegar a conclusiones, basada en supuestos informales, erróneos, injustificados, y sobrenaturales, que generan opiniones y/o ideas carentes de una fundamentación empírica solida que las avale. Es más, el pensamiento mágico es esencialmente una distorsión cognitiva que se produce cuando establecemos relaciones causales sin ningún tipo de fundamento científico. 

Un ejemplo claro de pensamiento mágico consiste en la superstición o ciertos rituales repetitivos que a menudo realizamos como el de pedir un deseo a la hora de soplar las velas de la tarta de cumpleaños o bien tocar madera como gesto para que las cosas salgan bien. Tales pensamientos no están anclados en la realidad y representan una clara desviación del pensamiento racional crítico y saludable.

No obstante, la calidad de nuestra vida suele estar determinada por la calidad de nuestros pensamientos, tanto en forma (juicio, razonamiento, formación de conceptos, resolución de problemas, y deliberación) como en contenido (alteraciones del juicio que trasforman las ideas del pensar en razonamientos ilógicos e incoherentes). 

La calidad de nuestros pensamientos, a su vez, está determinada por la calidad de nuestras preguntas e hipótesis, esencialmente porque las preguntas y las hipótesis son el motor y la fuerza motriz del propio pensamiento. Una hipótesis es una suposición construida a partir de unos datos que sirve de base para iniciar una investigación o una argumentación. 

Sin preguntas o hipótesis, prácticamente no tenemos nada que considerar ni pensar. Sin incógnitas esenciales que generan preguntas e hipótesis interesantes, a menudo no conseguimos centrar nuestro pensamiento en lo significativo, lo sustantivo, lo esencial, y lo real. 

Cuando formulamos preguntas esenciales, nos ocupamos de lo que es absolutamente necesario, relevante, e indispensable para un determinado asunto o cuestión. En tal caso, reconocemos con claridad lo que está ubicado en el centro de la cuestión, sin más. En tal caso, nuestro pensamiento estará fundamentado en la racionalidad y la lógica, e incluso será altamente disciplinado. 

Es más, siguiendo el derrotero de ese camino libre de pensamientos mágicos y alfombras voladoras, siempre estaremos dispuestos a aprender y a ser intelectualmente capaces de encontrar y/o abrir nuevos caminos que estén en concordancia con la racionalidad y la realidad.  

No obstante, la realidad siempre se ofrece en perspectivas y percepciones individuales. Esto implica que lo que para uno esta en ultimo plano, se halla para otro en primer termino. Demasiado contacto con la realidad no es saludable para la mente humana, y siempre debe de existir un cierto grado de fantasia para mantener el equilibrio psiquico.

En resumidas cuentas, "percepcion es realidad" y, por lo tanto "todas las realidades siempre seran parciales" ... y hay que respetarlas.