¿Es posible y/o probable que exista alguna forma de vida inteligente y civilizada fuera de nuestro sistema solar? Aun no se sabe pero, en todo caso, puede que sea inteligente y civilizada ... o puede que sea como la nuestra.
Las palabras “posibilidad” y “probabilidad” poseen un significado similar, pero no obstante existe una ligera diferencia entre ambos términos. Ahora bien, ¿es factible que una posibilidad se convierta en una probabilidad y viceversa? Quizás si, quizás no – veamos por que.
En termino “posible” hace referencia a algo que no es, pero que podría ser. El concepto apunta a aquello para lo que se dan las posibles condiciones de existencia: ya sean estas intrínsecas (posibilidades metafísicas), y las extrínsecas (posibilidades físicas).
Por extensión, el termino “posibilidad” describe un suceso – o cualquier cosa - que podría ocurrir, o sea la posibilidad de que tal suceso pueda ocurrir. El término también puede referirse a algo con grandes posibilidades de ocurrir o quizás una pequeña posibilidad de ocurrir. En el uso real, la palabra posibilidad se usa más a menudo cuando se habla de algo que tiene menos posibilidades de ocurrir. La palabra posibilidad se deriva de la palabra latina “possibiis” que significa “capaz de hacerse o realizarse.”
Por otro lado, el termino “probable” hace referencia a algo que es fundado (referido a opiniones) o (referido a hechos) que se espera fundándose en razones validas, pero que dejan subsistir riesgos de error.
Por extensión, el termino “probabilidad” también describe algo que puede ocurrir, la posibilidad de que algo pueda ocurrir. En sentido abstracto significa carácter de lo que es probable, es decir de aquello que tenemos razones validas para tener por verdadero o considerar que debe suceder. El término se utiliza en matemáticas como un ratio - por ejemplo en el juego de cara o cruz la probabilidad de cara es 1/2.
En el sentido más estricto, la palabra probabilidad puede referirse a algo con una gran posibilidad de ocurrir o una pequeña posibilidad de ocurrir, pero en el uso real, la palabra probabilidad se usa más a menudo cuando se habla de algo que tiene una mayor posibilidad de ocurrir. La palabra probabilidad se deriva de la palabra latina “probabilitas,” que significa probable, demostrable, o verosímil.
Por lo tanto, "posibilidad" significa que algo puede suceder, pero no sabemos qué tan probable; mientras que "probabilidad" significa que algo puede suceder, pero creemos que es más probable (es decir, más "probable") que no.
El lapso de la historia registrada es de aproximadamente 5.000 años, comenzando con la escritura cuneiforme sumeria. Tal escritura representa la forma más antigua descubierta procediendo mas o menos del siglo 30 a.C. La historia antigua cubre todos los continentes habitados por seres humanos en el período comprendido entre los años 3000 a.C. y 500 d.C.
La especie humana, los vertebrados más altos e incuestionablemente la masa cerebral más inteligente y de pensamiento mas claro y profundo del planeta, se encuentra en una peligrosa y gravísima crisis existencial. El proceso global y, por cierto, extremadamente vergonzoso, se asemeja a un fenómeno complejo y multidimensional cuyos largos tentáculos llegan hasta e influyen sobre todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida.
Me refiero a nuestra salud física y mental, actividades profesionales, relaciones sociales, micro y macro economía, infraestructura tecnológica, cambiantes estructuras políticas, y sentimientos intrínsecos de felicidad o infelicidad. Visto lo visto, y pensando en voz alta, quizas deberiamos considerar la posibilidad de otorgar mayor voz y oportunidad de decision y conduccion a los enfermos mentales o mal llamados "locos" para tomar las riendas del presente y futuro del planeta. Digo esto en funcion de la reverenda crisis de caos y desastre que han creado los "cuerdos" en nuestro pequeño y fragil planeta.
Una crisis de dimensiones y raíces intelectuales, morales, educativas, y espirituales profundamente arraigadas. Una crisis de una escala y urgencia sin precedentes en los últimos cinco mil años de historia humana, incluyendo la totalidad del espectro de la evolución humana. Aunque las guerras, la inherente estupidez, y los comportamientos retrógrados han sido omnipresentes a lo largo de nuestra historia, por primera vez tenemos que enfrentarnos a un ultimátum que nos dice: "Basta Ya."
Si, Basta Ya - la basura que constantemente emana del cerebro humano es mas que suficiente y algunos de nosotros estamos francamente hartos. Digo esto porque simplemente no debemos ni podemos continuar por el camino equivocado que hemos elegido. Como seres inteligentes que supuestamente somos, también somos plenamente conscientes de la amenaza real y el peligro de extinción que se aplica a toda la raza humana y a todas las demás formas de vida que comparten nuestro planeta. Varios países del Primer Mundo han desarrollado y acumulado arsenales masivos de armas nucleares, suficientes para destruir la vida en el mundo entero varias veces. Pero a pesar de ello, el poder, el control, y la carrera de armamentos continúa a un ritmo exponencial.
La Guerra Fría (1947 - 1991) fue un período de tensión geopolítica entre la Unión Soviética y los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. El término Tercer Mundo se ha utilizado indistintamente con los países en desarrollo. Más concretamente, el modelo de los tres mundos define a los países actualmente alineados con la OTAN (Primer Mundo), el antiguo Bloque Oriental (Segundo Mundo), o aquellos países que no están alineados con ninguno de los dos (Tercer Mundo). Es bien sabido que muchos países del Tercer Mundo, están en el negocio de la compra y venta de armas, así como las ventas de equipamiento militar. Tales movimientos económicos son considerablemente mayores que los ingresos nacionales de todas las naciones del mundo, excepto unas pocas.
Mientras tanto, millones de seres humanos, la gran mayoría de ellos niños pequeños, prácticamente mueren de hambre cada año, y otros tantos millones están gravemente desnutridos. Casi el cincuenta por ciento de la población mundial actual, de 7.800 millones de personas, no tiene absolutamente ningún acceso a servicios sanitarios profesionales; sin embargo, los países en desarrollo invierten más del triple de ese dinero en armas letales que en atención sanitaria primaria.
Aproximadamente el cuarenta por ciento de la humanidad carece de agua potable, mientras que el cincuenta por ciento de todos los científicos e ingenieros se dedican al lucrativo negocio de crear más y mejores armas. Ademas, y para muchos grandes laboratorios, la gente saludable no es rentable. A igual que a un banco le interesa mantener a sus clientes en un estado de endeudamiento para cobrar comision, para otros es preferible mantener a la poblacion mundial fisica y mentalmente enferma, profesionalmente incompetente y controlable, asi como economicamente pobre.
La tecnonogia digital actual ha llegado a tal punto de desarrollo y aplicacion que todos vivimos en una especie de distopia probablemente mucho peor que la descrita en el libro 1984 de George Orwell. Una distopia donde todos estamos permanentemente vigilados, espiados, cuantificados, y controlados - un lugar infestado por una especie de plaga humana donde resulta imposible determinar los limites de esa difusa y misteriosa frontera o umbral donde acaba la verdad y comienza la mentira. Ahora bien, ¿esto es lo que definimos como desarrollo, civilizacion, y evolucion ?; y ¿a esto hemos llegado despues de tantisimos milenios de evolucion biologica y cultural ?
Contrariamente a los patrones que definen el pensamiento racional y coherente, las armas de destrucción masiva aparentemente no sólo aumentan nuestra seguridad, como muchos quisieran hacernos creer; sino que al mismo tiempo, también aumentan la posibilidad de una destrucción mundial total. La amenaza de una guerra nuclear accidental, impulsiva, y total es el mayor peligro al que se enfrenta la humanidad hoy en día, pero no es en absoluto el único. Debido a ello, la probabilidad de destrucción global y de extinción de la vida en el planeta es cada vez mayor.
Aun recuerdo en el año 1958, cuando estaba en sexto grado de la escuela primaria y viviendo en EE.UU. Cada semana en el colegio, toda la clase tenia que salir corriendo y zambullirse hacia el suelo debajo de las ventanas ... simulando la posibilidad de un ataque nuclear durante la guerra fria. Vaya excelente sistema de educacion civica, intelectual, y emocional para jovenes de 12 añitos.
El ecosistema mundial y la ulterior evolución de la vida en la Tierra están en grave peligro y bien podrían terminar en un desastre ecológico de gran escala. La superpoblación y la tecnología industrial han contribuido de diversas maneras a la grave degradación de los entornos naturales de los que dependemos completamente para la vida. Como resultado, nuestra salud y bienestar también están seriamente amenazados. Nuestras principales ciudades están contaminadas y algunas incluso cubiertas por gruesas mantas de un asfixiante smog de color mostaza.
El smog es una extraña y poco saludable combinación de humo y niebla que personalmente experimenté diariamente y durante muchos años cuando vivía en la ciudad de Los Ángeles, California. Recuerdo que la polucion era brutal y la sentía, especialmente, cuando me quemaba los ojos e irritaba los pulmones al respirar.
Esta contaminación constante de la atmósfera no sólo afecta a la salud humana, sino que también altera los sistemas ecológicos. Lesiona y mata la vida vegetal, un proceso que puede inducir cambios drásticos en las poblaciones animales que dependen de las plantas como fuente de energía. En el mundo actual, el smog no sólo se encuentra en las cercanías de las grandes ciudades sino que también está disperso por toda la atmósfera terrestre y, con el tiempo, puede incluso afectar gravemente a las pautas del clima mundial.
Además de la contaminación atmosférica, nuestra salud también se ve amenazada por el agua potable y los alimentos que ingerimos, ambos extremadamente contaminados por una amplia variedad de productos químicos tóxicos. Los conservantes y aditivos alimentarios sintéticos, los pesticidas, los plásticos, y otros productos químicos se desarrollan y comercializan a un ritmo estimado de varios miles de nuevos compuestos químicos cada año. Como resultado, el envenenamiento químico se ha convertido en una parte cada vez más importante de nuestras vidas.
Además, las amenazas a nuestra salud a través de la contaminación del aire, el agua y los alimentos son simplemente los efectos más obvios y directos de la tecnología humana sobre el medio ambiente natural. Sólo recientemente se han reconocido efectos menos obvios, pero posiblemente mucho más peligrosos, y todavía no se comprende plenamente su mecanismo de accion. Sin embargo, ha quedado claro que nuestro actual desarrollo tecnológico - de caracter exponencial - está perturbando gravemente, e incluso puede estar destruyendo, los sistemas ecológicos de los que depende nuestra propia existencia.
El deterioro de nuestro medio ambiente natural ha ido acompañado de un aumento paralelo de los problemas de salud. Mientras que las enfermedades nutricionales e infecciosas son las mayores asesinas del Tercer Mundo, los países industrializados están plagados de las enfermedades crónicas y degenerativas propiamente llamadas "enfermedades de la civilización," siendo las principales asesinas: 1.- las enfermedades cardíacas; 2.- el cáncer; 3.- los accidentes cerebrovasculares; 4.- las enfermedades yatrogenicas medicamentosas; y, 5.- ultimo pero no lo minimo la actual pandemia de coronavirus (Covid-19) que estamos intentando contener.
Resulta ironico que la original pelicula de Robert Weiss: "El dia que paralizaron la tierra" tome en cuenta una amenaza o ultimatum unico y determinante procedente de alguna civilizacion avanzada y poblada con seres inteligentes lejos de la tierra y de nuestro sistema solar. Hace años que vengo deseando que un evento semejante suceda a la brevedad posible para poner fin a todo este descalabro que llamamos "civilizacion." Ahora mismo, en el momento de escribir este humilde articulo, todo el planeta se encuentra seriamente amenazado - a modo de un ultimatum semejante o quizas peor al de la pelicula de Weiss - procedente de las mismisimas entrañas o naturaleza del propio planeta.
Estamos hablando de estructuras virales microscopicas y supuestamente carentes de maquinaria molecular celular e inteligencia que nos han puesto en jaque a todos y que, de hecho, han logrado paralizar la tierra. Hasta el momento todos estamos en "jaque" ... y no "jaque mate ..." Todo dependera de cuanto hemos aprendido del famoso libro de Alexander Dumas "Los Tres Mosqueteros" - donde dice "todos para uno y uno para todos."
Ironia y paradoja al mismo tiempo y al maximo, por decir poco, que haya tenido que ser la mismisima y ancestral naturaleza genetica-viral-microbiologica de nuestro propio planeta quien haya tomado cartas en el asunto para mirarnos fijamente a los ojos y decirnos: "Basta Ya, Señores." Basta con las broncas y las iras, basta con los egos hipertrofiados y mal colocados, basta con las amenazas multilaterales, basta con las guerras y genocidios, basta con las convenientes y pragmaticas diferencias politicas, basta con las insulsas polaridades partidiarias nacionales e internacionales, basta con las sucias jugadas y estafas economicas a todos los niveles, basta los insultos y desprecios hacia otros pueblos y razas pertenecientes a una misma especie humana, y basta con una geopolitica retrograda y decadente que nos ha conducido a la vergonzosa situacion actual.
El mensaje es claro y directo: "Dios perdona siempre; el hombre perdona a veces; pero la naturaleza no perdona nunca." Unamonos y trabajemos juntos y en paz de una vez y por todas ... o nos tendremos que enfrentar a consecuencias muy serias.
En el aspecto psicológico y psiquiátrico, la inseguridad, el miedo constante y severo, el apuro y el estrés, la ansiedad y la depresión, así como otros desórdenes psiquiátricos parecen surgir de una presión paralela y del deterioro de nuestro entorno social. También hay claros signos de degeneración y desintegración social que incluyen elementos como el aumento de los delitos violentos, la violencia doméstica, los accidentes y los suicidios, el aumento del alcoholismo, el abuso de drogas, y el creciente número de niños con problemas de aprendizaje y trastornos de conducta. El aumento exponencial de los crímenes violentos y suicidios en los jóvenes es tan dramático que todo ello ha sido calificado a modo de una “epidemia - o mejor pandemia - de muertes violentas.” Ñamentablemente, todas estas barbaridades hablan en nuestro nombre ... y en el de nadie mas.
Junto a estas patologías medicas y sociales hemos sido testigos de anomalías económicas que parecen confundir a todos nuestros principales economistas y políticos. La inflación, el desempleo masivo, las crisis económicas creadas conscientemente, y la mala distribución de los ingresos y la riqueza se han convertido en características estructurales de la mayoría de las economías nacionales e internacionales. Por último, la energía y los recursos naturales, los ingredientes básicos de toda la actividad industrial humana, se están agotando a un ritmo extremadamente rápido. Y por el momento, no hay mas.
Ante la triple amenaza del agotamiento de la energía, la inflación, y el desempleo, nuestros políticos ya no saben a quién recurrir para minimizar los daños. Ellos, y los medios de comunicación, discuten a diario sobre las posibles prioridades: ¿debemos ocuparnos primero de la crisis energética o debemos luchar primero contra la inflación? - sin darse cuenta de que estos dos problemas, así como todos los demás mencionados aquí, no son sino diferentes facetas de una misma crisis. Ya sea que hablemos de ecosistemas, supervivencia, cáncer, delincuencia, violencia, contaminación, energía nuclear, inflación, o escasez de energía, todo apunta a que la filosofía conceptual - así como la dinámica subyacente a todos estos problemas - es la misma.
Es un signo sorprendente de nuestro tiempo que las personas que se suponen expertos en diversos campos ya no pueden - o directamente no son capaces - de tratar los problemas urgentes que han surgido en sus respectivas áreas de especialización. Los economistas son incapaces de comprender plenamente las complejidades interactivas de la inflación, los oncólogos están totalmente confundidos sobre la gran mayoria de las causas del cáncer, los psiquiatras están desconcertados por una miríada de trastornos mentales relacionados con el estrés, la ansiedad, y la depresion, y finalmente las fuerzas policiales están indefensas ante el aumento de la violencia y la delincuencia, ... y la lista es interminable.
Sin embargo, nadie ha identificado claramente el verdadero problema que subyace a esta crisis mundial. La mayoría de los expertos e investigadores tienen una micro-percepción muy estrecha de la realidad que resulta inadecuada para hacer frente a los mega-problemas de nuestro tiempo. Estos problemas – en el año 2020 - son típicamente problemas estructurales y sistémicos, lo que significa que son entidades íntimamente interconectadas e interdependientes. No pueden ni deben ser comprendidos dentro de la metodología fragmentada característica de nuestras disciplinas académicas y otros organismos analíticos.
Un enfoque de este tipo se enfrentará a serias dificultades a la hora de resolver cualquiera de nuestros actuales inconvenientes y, al fin y al cabo, probablemente sólo logre desplazarlos en la compleja red de relaciones sociales y ecológicas existentes en la actualidad. Lamentablemente, el resultado final será algo similar a la metáfora de: "los mismos perros pero con diferentes collares."
Una resolución válida de la crisis mencionada sólo puede encontrarse si se cambia la estructura básica de la propia red de acciones interhumanas, y esto implicará transformaciones profundas y sistémicas de nuestras instituciones sociales, de nuestros valores, y de nuestras ideas y comportamientos. A medida que examinemos las fuentes de nuestra crisis cultural se hará evidente que la mayoría de nuestros principales pensadores utilizan modelos conceptuales anticuados y variables irrelevantes.
También se hará evidente que un aspecto significativo de nuestro impasse conceptual es que todos los intelectuales prominentes consultados eran hombres y ninguna mujer. Aunque parezca mentira, y hasta hace poco, las opiniones de las mujeres ni figuraban en la ecuacion. Si bien este tipo de pensamiento limitado, microcefalo, y retrogrado esta comenzando a modificarse en sentido positivo, tales fragmentarios y convenientemente polarizados criterios no hacen mas que constituir un gravísimo y fundamental fallo en nuestra forma de pensar.
Quizás haya llegado el momento para que la remota posibilidad de alguna forma de vida avanzada - considerablemente mas inteligente, civilizada, avanzada, y experimentada que la nuestra – y proveniente de algún lugar fuera de nuestro sistema solar – se nos presente y efectivamente nos diga: "Basta Ya!." Y que lo exprese mediante el empleo de una serie de altavoces alimentados con varios miles de billones de megavatios de potencia pare que sea escuchado y comprendido por todo el mundo y a todos los niveles. Una situación semejante a la que se presenta en la destacada película de ciencia ficción de año 1951: "El día que paralizaron la Tierra," dirigida por Robert Weiss.
Manteniendo todo lo demás igual, y a lo largo de toda la historia de la humanidad, la película pone de manifiesto un concepto único y crítico: que el poder y la fuerza destructiva son los únicos lenguajes reales y convincentes a los cuales la especie humana responde … y lamentablemente a muy pocos mas. Si bien el tema es de ciencia ficción, tómense el tiempo de atender atenta y detenidamente a las sabias palabras de Klaatu (Michael Rennie) al final del film y comprenderán la aplastante verdad, asi como la urgencia explícita en su contenido. Una verdad muy real y actual y, que además, muy poco tiene que ver con la ficción.
En ocasiones se ha dicho que el sostenido y profundo estudio de la astronomia y la astrofísica representan un par de experiencias humillantes y transcendentes a la vez. Es posible que no exista mayor representación de la egocéntrica y distorsionante vanidad humana que la imagen, a gran distancia, de nuestro pequeño mundo flotando solitario en la enormidad del espacio. Queramos o no, y por el momento, ahí estamos todos viviendo e intentando convivir entre nosotros de la manera mas respetable, saludable, y eficaz posible. Es el único verdadero hogar que conocemos.
Aunque los datos históricos arrojen evidencia contraria, tal intento de convivencia implica el constante accionar de nuestra responsabilidad humana. Un profundo sentido que implica tanto la madurez intelectual como la madurez emocional – dos elementos del psiquismo humano de muy difícil integración y control. Una madurez aplicable en el sentido de respetarnos mutuamente y tratarnos bien los unos a los otros y, todo ello, independiente de cualquier variación de política, de color, de filosofía, y de religión. Me refiero a una madurez de verdad que procure preservar, cuidar, y amar a nuestro pequeño y endeble planeta, así como las relaciones entre los casi ocho mil millones de humanos que lo habitan. Lamentablemente no tenemos otra alternativa viable y, por el momento, nuestro planeta es el único, violento, y muy frágil lugar que conocemos y habitamos.
Los anales de la historia humana nos relatan que, a lo largo de los siglos, han sido derramados incontables ríos de sangre por reyes, virreyes, emperadores, generales, presidentes, dictadores, y un largo etcetera. Todo ello con el único y macabro fin de vencer y conquistar al supuesto otro u otros para erguirse en el momentáneo y efímero dueño de una pequeñísima parcela de nuestro pequeñísimo mundo. A lo largo de los siglos todo apunta a que el único idioma que el ser humano respeta se relaciona con la guerra, la amenaza, el miedo, el control, y la aniquilación de los demás. Todo ello representa una muy inmadura e inmoral tarjeta de presentacion.
Visto lo visto, y sin una extrapolación verídica que nos señale lo contrario, continuaremos así hasta que algo o alguien – quizá proveniente de algún mundo considerablemente mas antiguo, mas inteligente, mas maduro, y mas civilizado - nos llame la atención de una manera seria y definitiva. En ausencia de tal, y por el momento, no existe el mas mínimo indicio de que nos llegue tal asistencia o directriz desde algún lugar con el poderío y la capacidad para salvarnos de nosotros mismos. Por el momento esa crucial decisión final descansa en nosotros mismos.
En el momento de escribir este articulo, el día 26 de Marzo del 2020, nuestro planeta esta sufriendo una seria y sumamente peligrosa pandemia a manos del coronavirus. Las ultimas cifras internacionales indican mas de 500.000 personas infectadas. Y, por el momento, la cosa va a mas sin que se perciba un final cientificamente determinado. A pesar de extraordinarias acciones sanitarias nacionales y internacionales, las respectivas curvas de infecciones y fallecimientos continúan incrementando de forma exponencial, y multiples ciudades y países enteros se han blindado cerrando sus respectivas fronteras. Sin duda alguna, un virus ha logrado paralizar la tierra.
Tal crisis, y a modo de “primero lo primero,” ha actuado como un detonante biológico para que todos los periódicos, revistas, radios, y televisiones del mundo enfoquen su atención en esta crisis en vez de las constantes e insulsas disputas sociales, económicas, y políticas que constantemente saturan nuestros medios. En síntesis, la crisis pandémica causada por el coronavirus ha creado miedo, mucho miedo, y además a construido un “objetivo superior” - en Ingles "superordinate goal" al cual todos tenemos que atender de forma contundente e inmediata si pretendemos sobrevivir.
Los objetivos superiores son esos objetivos que hacen que la gente de grupos dispares u opuestos se integren y trabajen hacia un resultado final pacifico, positivo, y común. Por ejemplo, si existen dos o mas grupos de personas seriamente enfrentadas entre si, es posible crear una situación en la que simplemente tengan que trabajar en unisono para tener éxito, llevarse bien, sobreponerse a la situación critica, y sobrevivir. En tal caso, el objetivo superior creado serviría para romper o bien disolver las barreras, animar a la gente a verse como personas justas, y no como parte de una agresiva y discordante oposición donde solo el existe el "nosotros" o "ellos." En tal caso el objetivo superior contribuiría positivamente a superar las diferencias entre tales grupos.
Los objetivos superiores constituyen una técnica psicológica y sociológica que consiste en reunir a conjuntos de personas que previamente han entrado en conflicto y establecer un objetivo común que les haga olvidar sus diferencias y trabajar para conseguir algo que beneficie a todos. Esta técnica resulta especialmente efectiva cuando existe una sensación de urgencia, o bien una emergencia mundial como puede ser la actual causada por el coronavirus.
Los objetivos superiores a menudo se discuten en el contexto de la teoría realista del conflicto. Tal teoría propone que la mayoría de los conflictos intergrupales se derivan de una lucha por recursos escasos, especialmente en situaciones que se consideran de suma cero. En lo que se conoce como “teoría de juegos no cooperativos,” un juego de suma cero describe una situación en la que la ganancia o pérdida de un participante se equilibra exactamente con las pérdidas o ganancias de los otros participantes. Para que uno gane otro tiene que perder y, por lo tanto, el gana-gana por ambas partes simplemente no existe.
Se llama “suma cero” porque si se suma el total de las ganancias de los participantes y se resta las pérdidas totales, el resultado es cero. El póker, por ejemplo, es un juego de suma cero. La suma cero representa un caso especial del caso más general de “suma constante” donde los beneficios y las pérdidas de todos los jugadores suman el mismo valor. Cortar una tarta es un ejemplo de suma constante o cero porque llevarte un trozo más grande reduce la cantidad de tarta que le queda a los demás. Por otro lado, situaciones donde los participantes pueden beneficiarse o perder al mismo tiempo, como el intercambio de productos entre una nación que produce un exceso de naranjas y otra que produce un exceso de manzanas, en la que ambas se benefician de la transacción, se denominan “de suma no nula.”
En la teoría realista de los conflictos, los prejuicios y la discriminación son funcionales, ya que los grupos son instrumentos utilizados para lograr objetivos, incluida la obtención de recursos escasos que serían difíciles de conseguir como individuo. En este caso, los grupos consideran que otros grupos con objetivos similares son amenazas peligrosas para su bienestar y supervivencia y, por lo tanto, los perciben negativamente. En tal caso de dice que los grupos que compiten por el mismo recurso limitado tienen una “interdependencia negativa.” Por otra parte, hay grupos que se benefician de trabajar juntos en objetivos que no son de suma cero. En este caso, se dice que estos grupos tienen una “interdependencia positiva.”
A fin de eliminar la competencia entre las diferentes facciones en el marco de la teoría realista del conflicto entre grupos, es necesario tener metas de suma no nula capaces de crear una interdependencia positiva dentro de los grupos en lugar de una interdependencia negativa. Los objetivos superiores pueden crear una interdependencia positiva si ambos grupos las consideran deseables pero no son alcanzables por cada facción de manera independiente. Esto quiere decir que a pesar de las múltiples diferencias existentes entre los seres humanos, en estos momentos tenemos que unirnos y trabajar juntos sinergisticamente. En tal caso no nos vale elegir la "mejor opcion posible," sino la "mejor alternativa disponible." Existe una gran y muy significativa diferencia entre ambas vertientes.
Soy consciente de haber pintado un panorama critico y sombrio, pero es lo que hay. De la validez y aplicatividad de este ultimo concepto dependerá nuestra actual y durisima lucha mundial contra el coronavirus … y también nuestra supervivencia como especie en el pequeño, maravilloso, y fragil planeta que habitamos. Ese es precisamente el mensaje central que intenta transmitir el inteligente y maduro personaje que figura en la foto que encabeza este articulo ... y tambien la naturaleza, a traves del virus.
Tambien es el mensaje que les he intentado trasmitir a traves de este sencillo pero actual articulo ...