"Steel and Blood" significa "Acero y Sangre." Hace referencia a la orientación sensorial positiva que permite a un deportista - o a cualquiera - competir y triunfar ante la adversidad. Corresponde a una íntima interacción entre la fuerte imagen fisica del competidor y la endeble esencia psíquica de su propia persona. El eje funcional del proceso se relaciona con las regiones mas básicas, irracionales, emocionales, e intuitivas del cerebro humano que están en contacto directo con la naturaleza, y donde el pensamiento y la duda no solo representan dos grandes saboteadores, si no también un par de formidables (y escurridizos) oponentes internos.
Durante varios años en la década de los años ochenta, y conjuntamente con el Dr. Fred Hatfield (Dr. Squat), tuve el gusto de ser director de ciencias del deporte en el Centro de Alto Rendimiento CRAFT de Los Ángeles, California. Aparte de todo lo relacionado con el alto rendimiento deportivo, una de las funciones mas avanzadas, sofisticadas, y efectivas de ese prestigioso Centro era lograr enfocar los cerebros de la medicina y ciencias del deporte sobre el desarrollo y la puesta a punto de atletas y deportistas de alta competición. Fue así como a lo largo de los años tuve la oportunidad de intervenir directamente en la evolución competitiva de muchas figuras de renombre mundial.
A medida que transcurrían los años me interesé cada vez más por la capacidad natural que poseían algunos de ellos para desarrollar una actitud mental caracterizada por la confianza, la competitivad, y el deseo inquebrantable de triunfar de forma consistente. Una actitud enfocada con la precisión e intensidad de un rayo laser sobre la destrucción psíquica, física, técnica, estratégica, táctica, y moral del adversario. Estos atletas y deportistas no competían simplemente para participar, competían para ganar, y para derrotar de forma convincente y contundente a al adversario. Ese era nuestro primer y último objetivo.
Además de todo lo anterior, estos talentosos individuos poseían una especie de control intuitivo sobre las facultades mentales y emocionales, especialmente sobre los efectos de la percepción y el funcionamiento selectivo de las ramas simpática y parasimpática del sistema nervioso autónomo. Tanto la imaginación como la percepción son capaces de elevar o disminuir el "aparente" potencial competitivo de un adversario y en consecuencia abonar el terreno para una derrota o una victoria antes del comienzo de la competición.
Técnicamente hablando, y dependiendo del caracter de nuestras variadas percepciones individuales, todas las realidades que pecibe la mente humana son parciales. De hecho, no suelen existir dos realidades que sean exactamente iguales. De ahí que podamos considerar nuestra percepcion de los hechos - sean cuales sean - como sinónimo de nuestra realidad. Por lo tanto, y en situaciones de competición y/o combate, la fuerza percibida siempre se corresponde con la fuerza encajada y/o aplicada - incluso antes de comenzar el combate o la competicion.
Digo todo lo anterior porque según hacia que lado se habra la puerta de nuestra percepción, nos agrandaremos con fuerza y valentia ante la adversidad, e intentaremos ganar; o bien nos achicaremos con debilidad cobardia, y literalmente nos dejaremos ganar. En el pimer caso actuariamos como ganadores, mientras que en el segundo nuestra actitud pusilanime y perdedora nos conduciria a la sumamante triste eventualidad de haber perdido ante nosotros mismos.
Con el paso del tiempo, y después de cientos y cientos de entrevistas, entrenamientos, y competiciones, me fue posible identificar una serie de factores psicológicos directamente relacionados con la capacidad competitiva individual y colectiva para poder competir, triunfar, y ganar. A continuación enumero esos factores.
1. Competitividad
Corresponde a la capacidad para competir con la intención de ganar. Se refiere a una total y profunda pasión por triunfar en las competiciones deportivas. El atleta competitivo responde positivamente ante sus rivales aspirando a lograr objetivos y triunfos cada vez más importantes. Establece y mantiene un elevado grado de credibilidad respecto a su propia capacidad competitiva y siente una profunda pasión por vencer y triunfar ante cualquier oponente, principalmente ante el mismo.
2. Determinación
Significa adoptar voluntariamente una resolución determinada y mantenerla apasionadamente hasta llevarla a su fin. Es la disposición de querer y poder realizar todos los esfuerzos físicos y psíquicos necesarios para lograr la victoria. El atleta con un fuerte propósito de determinación es persistente o incansable en sus hábitos de entrenamiento y de competición. Su rendimiento es siempre al máximo de sus posibilidades. Es capaz de entrenar de manera independiente y no se desanima ante resultados adversos. Sabe que gran parte de la clave de su rendimiento esta en entrenar fuerte y descansar más fuerte aún.
3. Liderazgo
El liderazgo es una condición o situación de superioridad en la que se halla uno o varios miembros de un equipo dentro de su ámbito. Corresponde a las dotes de mando y dirección, y más específicamente a la capacidad para motivar y conducir a los demás atletas hacia niveles superiores de rendimiento. El atleta con dotes de liderazgo asume el papel de líder de manera natural y espontánea, y disfruta de la responsabilidad implícita. En todo momento controla su atmósfera psicológica e influye positivamente sobre los estados emocionales de los demás atletas. Posee la capacidad para tomar decisiones de manera rápida y exacta, y sabe expresar sus opiniones personales de una manera directa, segura, y contundente.
4. Control Emocional
La emoción corresponde a un estado de excitación causado por una serie de sentimientos subjetivos que se acompañan de cambios fisiológicos. Tal estado por lo general impulsa hacia la acción. Ejemplos de estas emociones son el miedo, la ira, el amor, y el odio. El control emocional es la capacidad de mantener la compostura en presencia de los repentinos cambios y las variadas exigencias de la alta competición. El atleta confronta el estres con una actitud segura, objetiva, y llena de confianza. No permite que sus emociones o sentimientos afecten su nivel de rendimiento. Rara vez demuestra desánimo o frustración ante situaciones negativas causadas por arbitrajes incompetentes, errores personales, o simplemente mala suerte. Por lo general los atletas que saben controlar su reacción emocional controlan la situación.
5. Entrenabilidad
Corresponde a la acción de responder positivamente ante el entrenador y sus exigencias de entrenamiento con la finalidad de lograr adaptaciones fisiológicas específicas a las demandas impuestas. Se caracteriza por una actitud de respeto hacia los entrenadores, los demás jugadores, y hacia el proceso de periodización del entrenamiento. El atleta dotado de un alto grado de entrenabilidad considera el sentido y la dirección de su formación como una parte esencial de su desarrollo personal. Suele ser abierto y receptivo a todas las indicaciones y consejos técnicos.
6. Confiabilidad
Se refiere al grado de lealtad y fidelidad del deportista hacia su equipo. Me refiero a esa rara y tan especial cualidad personal que permite que los demás crean en él y en sus habilidades. Este tipo de atleta suele estar libre de envidias o celos profesionales, y tiende a llevarse bien con sus compañeros. No se comporta como un "Prima Donna," como suele ser el caso de algunos deportistas narcisistas e histrionicos de renombre interenacional. Cabe aclarar que los terminos "lealtad" y "fidelidad" no representan el mismo nivel de fiabilidad y/o confiabilidad.
Por "lealtad" entendemos un comportamiento donde el deportista es leal y está parcialmente integrado a su equipo de una manera condicional, y segun las alternativas u opciones que se le presenten. Por "fidelidad" entendemos un comportamiento de mayor valor ético y moral donde el deportista está fiel y totalmente integrado a su equipo, siempre, de manera incondicional, y sin que existan otras alternativas u opciones. Fidelidad vale mas que lealtad.
7. Agresividad
Este término significa estar anímica y moralmente preparado para una competición o un combate en el momento adecuado y sea contra quien sea. Es la plena convicción de asumir la iniciativa u ofensiva a partir del inicio de la competición. El atleta que compite con agresividad y convicción tiende a ser proactivo iniciando espontáneamente las acciones necesarias para lograr el triunfo. Sabe expresar su agresividad deportiva de una manera respetuosa, controlada, rápida, y fácil, y está siempre dispuesto a imponerse si la situación lo requiere. No permite intimidaciones ni faltas de respeto de ningún tipo hacia su persona. Defiende su autoestima y posee la capacidad para intimidar al adversario.
8. Responsabilidad
Se refiere a la capacidad de aceptar la responsabilidad de todos sus actos competitivos, incluyendo los errores y las derrotas. El atleta responsable acepta tanto la culpa como la crítica, incluso cuando no la merece. Es capaz de tolerar tanto el dolor físico como el emocional. Su confianza y su efectividad competitiva aumentan y se crecen ante la adversidad. Lo mas importante de todo, es que esta plenamente convencido de que se convertirá en un autentico perdedor en el momento en que niegue su responsabilidad y comience a culpar a los demas por sus fracasos. En ese momento dejará de aprender de sus fracasos y derrotas, y en consecuencia perderá todas las opciones para mejorar y triunfar.
9. Autoconfianza
Es la sensacion u orientacion sensorial positiva de seguridad que tiene uno mismo ante cualquier situación y/o adversario. Corresponde a la convicción de poseer las facultades físicas, intelectuales, y emocionales necesarias para estar ahí en ese momento y ganar. El atleta con confianza tiene una base segura en la cual se apoya para competir y ganar. Trata con habilidad cualquier situación inesperada mediante decisiones más intuitivas que objetivas, rápidas, y acertadas. Posee facilidad para expresar su opinión a los entrenadores y demás atletas de manera honesta y directa. Implica la capacidad de conservar la confianza en condiciones adversas o, incluso, de sentirse cómodo cuando se está perdiendo y es necesario depender de los demás. Mas que todo posee una mente y un corazón en paz que le permite descansar y dormir placidamente la noche antes de la competición.
10. Tenacidad Mental
Tenacidad significa mantenerse centrado, firme, y persistente en un propósito. Se refiere a una capacidad sostenida en el tiempo para aceptar críticas y situaciones negativas sin perder de vista el objetivo. El deportista tenaz sabe mantenerse sensorialmente enfocadado sobre la competición y no se altera ante rendimientos adversos. Posee independencia intelectual y emocional, y no precisa excesivos halagos o refuerzos positivos para funcionar correctamente. También sabe colocar una victoria o una derrota - "esos dos importores," segun el escritor Rudyard Kipling - en su debida perspectiva.
11. Rectitud
Es la disposición de competir limpiamente y con arreglo a las normas sin tener que recurrir al juego sucio o procedimientos ilegales. El atleta recto no hace trampas ni intenta modificar el reglamento de acuerdo a sus necesidades personales. Demuestra corrección, honestidad, e integridad tanto en su actitud como en su conducta, especialmente ante la posibilidad de obtener una ventaja injusta mediante el uso y abuso de sustancias prohibidas.
12.- Ausencia de Duda
La duda es un parasito mental patógeno, capaz de destruir al deportista y pudrirlo desde dentro hacia fuera. Para el deportista de élite jamás debe existir la duda. De hecho, si aparece la duda, esta se interpondra entre él y sus objetivos. El resultado será que no lograra nada de lo que se propone. La presencia de la duda y la ausencia de responsabilidad representan los dos criterios fundamentales para clasificar a un deportista como "perdedor."
En resumen, estos 12 factores, inteligentemente coordinados e integrados, corresponden a un estado emocional ganador cuya base funcional consiste en la competitividad y la confianza, y cuya finalidad consiste en eliminar cualquier indicio de duda y/o irresponsabilidad. Un estado diametralmente opuesto a la ansiedad, al miedo, a la inseguridad, y a la duda que es tan indecisa y obsesiva como patológica. Me refiero a un estado muy sutíl y de difícil definición, en el cual el deportista confía intuitiva y plenamente en su capacidad, transmite confianza, demuestra seguridad en sí mismo, e intimida al oponente de una manera natural. Si en cualquier momento surge la duda y como si de un acto de magia se tratase, este estado automaticamente se desvanece.
Este estado de plena confianza en uno mismo no se asemeja en nada a lo que conocemos como coraje. Cuando decimos que alguien tiene coraje, en realidad estamos implicando que el deportista deber realizar un gran esfuerzo interno para sobreponerse a su propia inseguridad, a su miedo, a sus dudas, e incertidumbres. Pero los cuatro siguiran estando presentes. Este tan especial estado mental/sensorial ganador tampoco se asemeja a la arrogancia. Esto se debe a que el límite entre la arrogancia y la confianza es tan claro como el que existe entre la profunda serenidad de un monje Zen, y la desgana y la apatía de un estudiante abúlico sin motivación alguna para incidir sobre su educación y formación.
Además, la arrogancia y la soberbia siempre conllevan un importante grado de inseguridad, temor, e incertidumbre, y por lo tanto siempre existiran serias dudas de cara a la posibilidad de una derrota. Por otro lado la confianza a la cual me estoy refiriendo en este artículo es siempre total, positiva, ganadora, y jamás alberga la más mínima duda. La autentica confianza nos predispone a imaginar, percibir, y considerar a un oponente siempre vulnerable y vencible, a quien se le puede vencer y ganar.
Quizá lo más importante de todo, sea que la verdadera y autentica confianza jamás permite la duda o la posibilidad de un un fracaso. Al no existir la duda central, todos los demás factores negativos simplemente no consiguen entrar en la ecuación de opciones que conducen al fracaso. A mi criterio, ahí se encuentra la diferencia mas básica y fundamental entre lo que representa un "perdedor" y un "ganador" en cualquier faceta de la vida.
Recuerden: "Si dudan y no asumen la responsabilidad, no lo lograrán..."
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