El Significado de Ph.D.

Guillermo Laich
11/04/2023 20:31

 

Las siglas "Ph.D." son una abreviacion del termino "Doctor en Filosofia." Como titulo doctoral, consiste en el mas elevado y prestigioso grado academico otorgado por una universidad. Las siglas Ph.D. abrevian la frase en Latin (Ph)ilosophie (D)octor, que significa "doctor filosofico" o bien "doctor en filosofia de la ciencia."

 

La abreviatura anglosajona Ph.D. significa Doctor en Filosofía. Como título doctoral, es uno de los títulos académicos más prestigiosos que se otorgan. Ph.D. sirve para abreviar la frase en Latin (Ph)ilosophiae (D)octor, que significa “doctor filosófico.”

Los griegos fueron los primeros que se interesaron por investigar la comprensión de ellos mismos y del mundo, fuera del dominio de la religión. Tal búsqueda fue denominada “philosophia,” proveniente del griego “philos,” que significa “amado”, y de “sophia, que significa “sabiduría.” O sea que en realidad buscaban la sabiduría porque “amaban la sabiduría.”

Más específicamente, sus búsquedas relacionadas con la sabiduría se referían al ejercicio del buen juicio actuando sobre la experiencia, el sentido común, y la información disponible en un momento dado. En resumen, podemos afirmar que la sabiduría es un conocimiento atemperado por la experiencia, el buen juicio, y el sentido común.

Los filósofos más famosos de todos los tiempos, Sócrates y Platón, se preocupaban por cuestiones como "¿qué es la virtud?" y “¿qué es la justicia?” Tal división o área del conocimiento es denominada como “filosofía moral.” Etimológicamente hablando, el término latín “mores” significa “modales,” por lo que la filosofía moral concierne “el modo o la forma de vivir” del hombre.

Pero la búsqueda del ser humano por el entendimiento y la comprensión conduce a todas partes ya cualquier lugar, por lo que tal búsqueda puede mostrar interés por cualquier objeto y/o sujeto tangible y/o intangible que exista en la naturaleza.

El espectro de la búsqueda de la comprensión y el entendimiento tiende a moverse de ese modo tan particular, siendo capaz de interesarse tanto por la totalidad del universo, como una pequeña e insignificante brizna de hierba, o la mismísima e intangible alma espiritual del hombre. 

El término “naturaleza”, por cierto, proviene del término latín “nascí,” participio pasado, “natus,” que significa “nacer.” Incluye, por lo tanto, todo lo que “ha nacido,” o sea todo lo que “ha llegado a existir y ser.” En resumidas cuentas, nos estamos refiriendo a la totalidad de la creación.

El tipo de filosofía que se ocupa de la naturaleza tangible, en lugar del alma intangible interior del ser humano, se conoce como “filosofía natural.” Para Platón, esto parecía una forma de filosofía inferior o de segunda clase o categoría, y tan poderosa fue su influencia intelectual a corto y largo plazo que durante muchos siglos dicho concepto permaneció inmóvil y exactamente como tal.

El término “estigma,” por su lado, denota una marca o señalización de desgracia o degradación asociada a una circunstancia, cualidad, o persona en particular. Se trata de un poderoso sentimiento de desaprobación y/o exclusión que exhiben la mayoría de las personas que viven en sociedad sobre una cosa determinada, especialmente cuando tal desaprobación es francamente injusta.

Ahora bien, una forma de evitar el estigma consiste en elegir o inventar un nuevo término o nombre, o utilizar una palabra auspiciosa (que conduce al éxito o un resultado favorable) en lugar de una palabra desfavorable (que conduce al fracaso o un resultado desfavorable).

Este interesante proceso lingüístico es conocido con el nombre de “eufemismo,” del griego “eu-,” que significa “bien” y “phanai,” que significa “hablar.” O sea que se trata de términos o palabras que “hablan bien” del sujeto u objeto en cuestión.

En otras palabras, un eufemismo se refiere a una palabra o expresión suave o indirecta que ha sido convenientemente sustituida por otra que considerada demasiado fuerte, denigrante, dura, negativa, o contundente en referencia a algo característicamente desagradable y/o vergonzoso.

Por eso mismo, el eufemismo que eventual y finalmente se utilizó para el término "filosofía natural" fue "ciencia natural" o simplemente "ciencia," procedente del latín "scientia" que significa “conocimiento.”

La ciencia es el estudio sistemático de la estructura y el comportamiento del mundo físico y natural a través de la observación, la experimentación, y el testeo de teorías en oposición a la evidencia obtenida. Podríamos afirmar, además, que la ciencia se refiere a la búsqueda y aplicación del conocimiento y la comprensión del mundo natural y social siguiendo una metodología sistemática basada en la evidencia.

Las afirmaciones anteriores, por cierto, explican claramente la clásica y famosísima cita de William Shakespeare en su famosa obra, Hamlet: “hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio, de las que se sueñan en tu filosofía.”

Ahora bien, Horacio no fue de ninguna manera un filósofo en el sentido moderno del término. Sin embargo, y para comprender mejor este último concepto, basta con cambiar el término “filosofía” de la cita por “ciencia,” de esa forma la expresión cobrara mucho más sentido.

De hecho, Horacio era un estudiante de la Universidad de Wittenberg que poseía una mente altamente racional respecto a la “filosofía natural.” Francamente hablando, Horacio no creía en espíritus y/o fantasmas para nada, incluso cuando aparentemente era capaz de verlos con sus propios ojos. 

Wittenberg se encuentra en el río Elba, que fluye de este a oeste a través del norte de Alemania, llegando al Mar del Norte en Hamburgo.

Incluso en el día de hoy, a aquellos académicos estudiosos, tan serios como dedicados, que logran obtener el título de doctor posgrado en alguna de nuestras ciencias modernas, se les otorga el grado de “Doctor en Filosofía,” del latín “philosophiae doctor” o “doctor philosophiae.” El título representa un logro intelectual prestigioso y de máximo nivel académico y, por conveniencia, se abrevia con las letras "Ph.D."

El grado de “Ph.D.” suele ser conferido después de haber realizado un arduo período de cuatro a seis años de estudios postgrado. Tales estudios culminan en la creación, presentación, y defensa oral de una tesis de disertación.

Por ejemplo, el autor de este articulo realizo: 1.- dos años de estudios premedicos; 2.- seis años de estudios medicos obteniendo el titulo de Licenciado en Medicina y Cirugia (M.D.); 3.- cinco años en ser Especialista en Cirugia Plastica, Reconstructiva, y Estetica (MIR); 4.- un año lectivo de cursos universitarios postgrado presenciales y obligatorios como requerimiento para el grado de Doctor en Medicina y Cirugia; 5.- cinco años a la concepcion, investigacion, redaccion, y ulterior defensa de la tesis de disertacion doctoral como requerimiento para optar al grado de Doctor en Medicina y Cirugia (Ph.D.); y 6.- mas de dos años en lograr la especialidad postdoctoral en Salud Mental y Psicopatologia Clinica, incluyendo dos tesis de disertacion (M.A.).

El tema y contenido de la tesis debe ser original, estar supervisada por un mentor o supervisor académico cualificado, y ser críticamente y objetivamente evaluada por un comité de profesores universitarios cuidadosamente seleccionados.

Además, la realización de semejante logro académico define y confirma al individuo como un científico maduro y plenamente facultado, que ocupa una posición privilegiada entre los líderes mundiales en su área específica de investigación, que es capaz de impartir enseñanzas a nivel universitario en calidad de profesor, y que es capaz de realizar y publicar investigaciones científicas de alta calidad de manera independiente.

 

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