Sugar Ray Robinson (1921-1989) - durante su discurso de despedida del boxeo.
"Toda decision enfrenta un riesgo a una recompensa."
Guillermo Laich
Frecuentemente tengo el honor de observar a boxeadores profesionales y artistas marciales moviéndose de un lado al otro mientras dirigen sus impactos de puño sobre los sacos del gimnasio. Cuando me preguntan sobre su técnica de pegada, les respondo que es una acción que nace y muere en el tren inferior. Les digo que se boxea con las piernas. Tanto el movimiento en el ring como los impactos de puño se realizan con las piernas, así como con el movimiento de ellas y los pies respecto al suelo. La relacion del pie con la lona del ring, o la superficie del planeta, es el factor mas importante a la hora de defender o atacar.
La fuerza así generada es transmitida en sentido vertical llegando al core abdominal, a los brazos, y finalmente a los puños. Para que el golpe sea efectivo y capaz de producir un KO tiene que poseer suficiente potencia como para generar una aceleración de aproximadamente 80 “g” sobre la masa encefálica. Un “g” equivale a una aceleración de 9.81 metros por segundo cada segundo. En tal proceso, la principal fuente de torque y potencia corresponde a las piernas.
Mientras “potencia” es la tasa de trabajo en términos de la cantidad de energía total transferida o convertida por unidad de tiempo; “torque” es una fuerza de torsión o giro que provoca la rotación en torno a un eje. Por ejemplo, la torsión o el giro de caderas, ya sea girando o rotando, es parte integral de la definición de torque. Estamos hablando de una fuerza o potencia (fuerza en velocidad) de torsión generada esencialmente por las piernas.
Sugar Ray Robinson (1921-1989) era un boxeador profesional americano que combatió entre los años 1940 y 1965, y fue admitido en el Salón de la Fama (Hall of Fame) del boxeo en el año 1990. Fue considerado el más grande boxeador de su época, y en el año 2002 aun ocupaba el puesto número uno del ranking mundial en la lista de los 80 mejores boxeadores de los últimos 80 años. Ganó un total de 173 combates, con 108 por la vía del KO, y nadie jamás logro noquearlo. No hace falta decir que era un hombre que francamente sabia pegar.
Una noche un promotor necesitaba un peso ligero y Walker Smith Jr. (el verdadero nombre de Sugar Ray) fue el elegido. No obstante era muy joven para poseer una tarjeta oficial de boxeo de la AAU (United States Amateur Athletic Union), y convenientemente se le facilito una tarjeta que pertenecía a un boxeador retirado llamado “Ray Robinson.” Pues bien, ganó el combate y también diez dólares.
El nombre de “Sugar” – o sea, “azúcar o dulce en ingles” – le vino después de noquear a un luchador más pesado. Después del combate, un periodista deportivo exclamo con entusiasmo: “este es un boxeador fuerte y dulce.” A continuación, una mujer sentada en primera fila exclamo: “si, es dulce como el azúcar.” El periódico del día siguiente le llamó el “dulce boxeador,” en términos de “Sugar Ray Robinson.” Un boxeador dulce que, además, era capaz de pegar muy fuerte.
Robinson tuvo sus comienzos en el boxeo de forma amateur cuando aun era menor de edad, de hecho con solo quince años tuvo su primer combate reglamentario. Fue invencible en ochenta y cinco combates antes de convertirse en profesional en el año 1940. “Sugar Ray fue simplemente hermoso en todo lo que hizo,” escribió el columnista Jim Murray en el Times en la primavera del año 1987 después de saber que Robinson padecía la enfermedad neurodegenerativa conocida como la Enfermedad de Alzheimer.
Murray continuó diciendo que: “Sugar Ray simplemente elevo el arte hasta llegar a su máximo nivel y expresión. Él trajo gracia, ritmo, estilo, clase, poder, e incluso ciencia a un arte cruel.” Continuo Murray: “cuando se subía al ring y boxea, lo que sucedía no era una lucha a puñetazos, sino mas bien algo muy parecido a la elegancia de un ballet clásico, de hecho si Rudolph Nureyev fuese boxeador lo hubiese hecho como Sugar Ray.”
Según el gran entrenador Constantine "Cus" D'Amato (1908–1985) gran parte de la ciencia del boxeo consiste en saber golpear desde una posición o ángulo en el cual uno no puede ser golpeado. Esa cualidad, aparte de saber pegar muy fuerte, era la maestría que poseía Sugar Ray.
Fue Sugar Ray quién motivo a los periodistas deportivos a crear un ranking boxístico libre y sin restricciones, donde los boxeadores eran comparados y contrastados por su habilidad y éxito, y no por su peso o altura. Sugar Ray no solo poseía un conocimiento soberbio del ring sino que también exhibía una técnica impecable y una gran capacidad de impacto. Golpeaba a sus oponentes desde todos los ángulos imaginables a la vez él se desplazaba hacia un lado y se retiraba sin recibir golpe alguno. Nuevamente la ciencia del boxeo aplicada en su máxima expresión.
Pues bien, todo esto que hemos hablado define el mas puro significado del término “Budo” en las artes marciales, especialmente en el karate. Es exactamente lo que el karate tradicional tiene por su filosofía central. Me refiero a una esperada o inesperada agresión callejera (o donde sea), y donde el peso, la altura, y el contexto no marcan diferencia alguna. En tal caso uno debe estar preparado para neutralizar y destruir al agresor, en legitima defensa, sea quien sea, en cualquier lugar, en el mínimo tiempo, y en cualquier momento.
Cuando en ocasiones tengo el gusto de hablar con boxeadores o artistas marciales, les suelo preguntar si recuerdan quien fue Sugar Ray Robinson? Más del 80% responden que no. Luego les digo que después de una larga carrera pugilistica de mas de veinte años Sugar Ray se retiró en el año 1965. La foto que encabeza este articulo capto ese preciso momento.
Mientras pronuncia su discurso de jubilación hizo mucho énfasis en dos factores en su decisión de finalizar su carrera: 1.- “permanecí en el boxeo demasiado tiempo y comencé a perder ante oponentes mediocres y muy inferiores a mi; ” y 2.- “mis piernas ya no golpean.”
Mediante el segundo enunciado Sugar Ray reveló el secreto de la autentica fuente de energía detrás de sus golpes de KO. Toda su energía era resultado del torque generado por sus piernas y transmitida a sus puños. En consecuencia, cuando al envejecer sus piernas dejaron de generar el necesario torque, sus golpes de puño dejaron de ser efectivos. Esa fue la confirmacion de que, en efecto, se boxea con las piernas.
Tales conceptos son aplicables al boxeo así como al karate tradicional. Si el individuo es incapaz de posicionar sus piernas para moverse, golpear, o recibir un golpe, eventualmente caerá preso de su pérdida de equilibrio y estabilidad. Consecuentemente perderá el control de su “core abdominal” y su centro de gravedad y, en consecuencia, será incapaz de aplicar correctamente los ángulos de sus impactos y la carga de potencia que conllevan.
Colocar bien las piernas no significa separarlas mas de la cuenta ni bajar el centro de gravedad mas allá de una posición confortable. Significa adoptar una posición vertical y natural a partir de la cual la energía pueda ser generada rápida y eficazmente por las piernas, transmitida a través del cuerpo, y liberada por los puños.
Previo a que un boxeador o karateka lance un golpe de puño la fuerza ejercida por las piernas contra el suelo es igual al peso corporal. Cuando el movimiento concéntrico comienza la fuerza va en aumento hasta que el individuo es impulsado en sentido vertical y horizontal. El impulso es el producto de la fuerza por el tiempo. El impulso neto (producto de la fuerza por el tiempo) es lo que conduce al desarrollo de la aceleración del core, el resto del tronco, y las extremidades superiores.
Existen tres factores que determinan la capacidad para generar velocidad y explosión en el tren inferior: 1.- alta aceleración; 2.- breve tiempo de contacto; y 3.- ligera flexión de rodilla en la pierna delantera y trasera. Los tres factores no poseen correlación alguna con las posturas excesivamente bajas que exigen algunos instructores de karate. Es mas, jamás he visto un boxeador adoptar una postura baja.
La energía generada en el empuje hacia atrás inicial por la pierna trasera proviene de cinco fuentes distintas, pero complementarias: 1.- la óptima colocación de la pierna delantera; 2.- la calidad del impulso nervioso motor inicial; 3.- el reclutamiento y la contracción de las fibras musculares de contracción rápida; 4.- la capacidad de almacenamiento de energía potencial elástica en el complejo musculo-tendinoso; y 5.- la cantidad y calidad de la colisión elástica entre el suelo y la planta y talón del pie de apoyo posterior.
De esta manera ambas piernas pueden compararse a dos sofisticados motores contráctiles capaces de producir la energía necesaria para impulsar el centro de gravedad corporal creando torsión en las caderas y torso. Consecuentemente la fuente principal de energía en el golpe de puño es la transformación de la energía cinética vertical en energía cinética horizontal a través del almacenamiento y liberación de energía elástica, y la palanca del empuje hacia atrás de la pierna que hace que el pie choque con el suelo.
Cabe aclarar que mientras que en el boxeo los golpes se asemejan a ser “lanzados,” en el karate los golpes se asemejan mas a “estacadas o puñaladas” altamente enfocadas y concentradas. Mientras en el primer caso el objetivo es noquear al oponente y dejarlo fuera de combate, en el segundo es destruirlo y eliminar toda posibilidad de respuesta. Este sera precisamente el tema de un interesante articulo futuro.
El término aceleración se aplica para aumentar (aceleración positiva) y disminuir (aceleración negativa o deceleración). La cantidad de aceleración depende de la fuerza total aplicada a un objeto. Esto explica el axioma biomecánico que establece lo siguiente: “para acelerar las partes mas livianas del cuerpo (brazos y puños), primero es necesario acelerar y desacelerar bruscamente las partes más pesadas del cuerpo (piernas y cadera).” Este axioma define con exactitud el “efecto látigo” en los golpes de puño.
Los cambios constantes de dirección también pueden aumentar su poder de golpeo, especialmente mientras se mueve hacia adelante, atrás, a los lados. Sugar Ray noqueó a muchos oponentes mientras se movía hacia los lados y hacia atrás. Muchas técnicas de karate se aplican mientras se retrocede.
La idea es concentrar rápidamente la energía que se crea al moverse en una dirección (aceleración) y al detenerse (desaceleración) para transferir la energía a su músculo y tendón. Esta energía está disponible para realizar un movimiento más enérgico en la dirección opuesta o casi opuesta (aceleración). Cuánta más energía se acumule y más de prisa se produzca la inversión, más instantáneo, controlado, y poderoso será el cambio de dirección.
La fuerza, velocidad, y potencia muscular, especialmente en las piernas, se pierde progresivamente con la vejez a través de la pérdida de las fibras musculares de contracción rápida tipo II. Estudios han demostrado que las fibras de contracción rápida de tipo II se convierten en fibras de contracción lenta de tipo I a medida que uno entrena de forma no explosiva y/o entra en la edad madura y avanzada. De ahí que cuando Sugar Ray Robinson dijo en su discurso de retiro: “mis piernas ya no golpean” … haya estado totalmente acertado.
© Copyright 2012 - 2024 - Todos los derechos reservados